061 - Granizado

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NI-KI

─Hyung, ya llegue a Hybe ¿los espero en la sala de práctica? ─habla con Heeseung por teléfono─. Bien, entonces ahí los espero, ujum... ─cuelga.

Entra al edificio y se encamina hacia la sala de práctica.

─¿Podemos comer Granizado? ─escucha una voz conocida.

─Te llevaré a comer Granizado ─Habla Nicholas.

─¿Kia? ─Camina más rápido en busca de esa voz. Cuando los encuentra sonríe y corre hacia la chica─. ¡KIA! ─la abraza.

─Oye ─se ríe la chica─. Me sorprendiste.

─¿Qué haces aquí? ─sonríe él.

─Saldré con Nicho, pero vinimos antes por sus amigos.

─¿Saldrán? ─ella asiente─. Entonces diviértanse mucho.

─Eso haremos ─dice su cuñado─. Y lamento lo de antes, no deje que Kia y tu pudieran a hablar.

─Oh, esta bien ─regresa sus ojos a su novia.

─Nos adelantamos, despídete ─dice el mayor a su hermana y los dejan solos.

─Ya me voy ─Ni-Ki asiente.

─Hoy te ves diferente ─la toma de las mejillas.

─¿Cómo me veo? ─quizá el había notado que se maquillo

─Te ves muy preciosa ─Kia se sonroja, pero el rubor en sus mejillas lo disimula.

─¿Si? Hoy me maquille, y, pensé que quizás lo hice mal porque era la primera vez ─el más alto niega.

─Te ves muy bien ─sonríe embobado.

─Gracias ─Ni-Ki estaba por besarla, pero esta se le adelanta y besa su mejilla─. ¡Nos vemos el lunes! ─lo saluda y se va corriendo.

─Oye... ─muerde su labio inferior algo decepcionado─. La espera será larga ─suspira.





































































































KIA

En la radio sonaba Slow Dancing de V, mientras, todos disfrutaban de la canción en silencio.

Dios, la adoro ─Habla Kia─. V es increíble ¿no lo crees? ─Nicho sonríe y asiente.

Escuchar música buena la hacía pensar en su novio, de hecho, últimamente se había dado cuenta de que cada cosa le recordaba a él, por más pequeña e insignificante, todo le hacía recordar a la persona que más amaba en el mundo y siempre que pasaban cosas importantes y otras no tanto, también deseaba poder compartir esos momentos con él, no había nada que no quisiera contarle, ojalá él estuviera ahí para verlas, ojalá él escuchara esa canción con ella, ojalá viéramos ese atardecer juntos, ojalá... Siempre pensaba en él, era lo primero que hacía, era lo único que hacía.

Al final del día cuando el sol se estaba poniendo vino a su mente su mirada, Dios, su mirada, esa mirada que él solo tenía para ella, quería creer que solo la miraba así a ella, que era su mirada especial hacia la chica que le gustaba. Pero ¿Cómo no creerlo? Cuando él solo la miraba así... Bajo la mirada y pensó que era muy tonta y poco interesante. Pues su mundo entero se reducía a eso, tener pensamientos acerca de él y vivir en un mundo que era color rosa, que por cierto era el rosa más bonito que jamás había imaginado.

La Conquista | NI-KI | [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora