084 - Paranoica

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KIA

Por la mañana antes de salir de la cama Kia observaba fotos de Ni-Ki en su celular, últimamente se había convertido en costumbre mirarlo desde una pantalla. Entró al último mensaje que le dejo la noche anterior y contestó. "Yo También lo siento" sin siquiera haber pasado dos segundos él contestó, parecía que había estado esperando su respuesta. "Hay algo de quiero decirte" ella se quedaba sonríe decide llamarle para escuchar su voz.

─¿Esta mal si quiero escuchar tu voz? Es muy tarde allí ¿no? ─él exhala. La sonrísa de Kia se borra.

─Es mi culpa, he sido egoísta últimamente ─Kia niega─. Quiero terminar.

─¿Eso se escucho como terminar, o solamente es que estoy demasiado Paranoica?

─Lo escuchaste bien.

─¿Qué? ─Kia se siente mareada.

No sabía cómo decir esto anoche... Tampoco quería hacerlo de esta forma ─Kia se empieza a reír.

─Estás bromeando ¿verdad? No es nada gracioso ─estaba empezando a sudar frío.

─Lo digo en serio ─y sonaba en serio.

─No lo acepto ─niega ella─. No puedes hacerme esto. No otra vez.

─Esto no funcionará.

─¿No funcionará para mi o para ti? Siempre dices eso, pero la verdad es que yo no lo creo, no sé por qué sigues diciendolo.

Deberíamos darnos un tiempo... No tiene que ser para siempre.

─¿Qué rayos crees que estas diciendo? No vas a tomar esta decisión tu solo, no otra vez, yo no lo acepto, no quiero terminar. Dí qué te retractas.

─Yo lo siento, solo piénsalo un poco.

¿Qué se supone que piense? Ya dime que no hablas en serio, por favor, debe ser una broma ─solloza ella.

─Me siento muy abrumado, no puedo liderar con esto. No desde aquí.

─De verdad estas hablando en serio...

─Lo siento.

─Si de verdad quieres terminar, dímelo a la cara y no por llamada, mis sentimientos no son un juego, Ni-Ki, no puedes decirme que terminamos de esta forma, las cosas no funcionan así, no rompes y reparas un vaso de cristal tan fácilmente, mide tus palabras la próxima vez, no lo dejaré pasar. Hablaremos cuando me encuentre mejor, de verdad espero que reflexiones sobre esto...

─Lo siento.

─Adiós ─cuelga ella.

─Que rayos le ocurre, cuando regrese lo tomaré de las orejas y haré que me ruegue de rodillas ─limpia sus lágrimas.

Ni-Ki intentó llamarla nuevamente, pero Kia no pudo contestar en el estado en que se encontraba, ¿se sentía abrumado por su relación? Le costaba creer que él había dicho esas palabras, para Kia la distancia no era tan mala, aunque lo extrañará a diario podía con eso, después de todo había algo lindo en extrañar a una persona, que te doliera el corazón era solamente un recordatorio de que era real, pero quizá Ni-Ki no lo veía de esa manera, quizá aún eran muy jóvenes para entenderlo, quizá aún necesitaban madurar.

Kia decidió que no lloraría más y olvidaría el tema el resto del día, debía ir a trabajar y ocuparse de otros asuntos, no podía quedarse encerrada en su habitación toda la vida solo porque se sentía triste. Ya arreglada salió de casa, sus padres ya habían salido hacia sus respectivos trabajos. El día fue difícil, pero trabajar la mantuvo distraída de sus sentimientos y había olvidado que le dolía el corazón.

─Kia hoy cerraremos un poco antes ¿te encargas? ─le pregunta su jefa.

─Por supuesto ─sonríe.

─Kia, aun sigues aquí ─Jun-Taek había llegado.

─Hoy me quedaré dos turnos, Song-i enfermó así que hoy cierro yo.

─Qué mal por ti.

─Esta bien, prefiero estar aquí a que irme a casa.

─¿Problemas familiares?

─Para nada ─niega ella─. Solo que me aburro mucho si no hago nada.

─Escuche que te aceptaron en la universidad de Seúl, ¿dejaras de venir en cuanto inicien las clases?

─La señorita Oh dijo que adaptará mi horario para no tener que dejar el trabajo, además mi objetivo es ascender y empezar a hornear, no puedo dejar de venir.

─Eso es bueno. Seguramente lo logras más pronto de lo que imaginas.

─¿Y que hay de ti?, ¿por qué trabajas aquí, Jun-Taek?

─Mis padres me obligan... Ellos son chefs, también debo serlo para ser el orgullo de la familia, Oh Yu-ra, es en realidad mi hermana mayor...

─¿la señorita Oh Yu-ra? jajaja, no lo había pensado.

─Ella misma, pero en realidad me gusta, no estoy del todo obligado, mis padres solo quieren que inicie desde abajo y aprenda, y eso hago.

─Pero aun estudias ¿No?

─Así es, estoy en mi segundo año, y deberás hablarme con más respeto cuando nos veamos en la universidad.

─Aja ─sonríe ella y continúa con lo suyo.

─Hablo en serio, Kia.

─No te llamaré Oppa si eso es lo que quieres.

─Solo que suponiste que teníamos la misma edad y empezaste a hablarme de tu, es un poco incómodo si lo vez así.

─Para mi somos iguales. Además si mi hermano me escucha llamar a alguien así se pondrá muy celoso.

─Tu hermano y tú deben ser muy unidos.

─Somos demasiado inseparables ─asiente ella.

─De acuerdo, entonces considerame como tu hermano.

─No te llamaré Oppa ─vuelve a negar ella.

─Ya lo harás ─sonríe él.

Más tarde mientras Kia junto a una de sus compañeras y Jun-Taek limpiaban las mesas y el mostrador de fondo sonaba una canción de ENHYPEN, la cual era muy hermosa, pero le hizo recordar lo sucedido con Ni-Ki y no pudo evitar las lágrimas que empezaban a salir, un fuerte dolor en su pecho se pronunciaba quitándole el aliento, su compañera que estaba más cerca de ella se percató de la condición de Kia y llamó alarmada al mayor.

─Kia ¿te encuentras bien? ─la chica asiente y él la ayuda a tomar asiento─. Bebe un poco de agua ─le pasa un vaso.

─Estoy bien.

─Pues no te ves nada bien ─habla Yoo-sun.

─Oppa... ¿Puedo irme a casa antes? ─le pide ella.

─¿Estarás bien? ─pregunta aun preocupado.

─Sí, solo necesito descansar ─él asiente y deja que se vaya.

En realidad había mentido, pero quería caminar y llorar un rato antes de llegar a casa y fingir que todo estaba bien. De repente también empezo a llover y Kia se preguntaba si tendría todavía menos suerte al llegar a casa. Nicholas la llamo.

─Hola pequeña, ¿qué tal tu día? ─Kia aparta el celular un segundo y aclara la garganta.

─Estuvo muy bien, ¿qué tal tu?

─Me alegra escuchar eso, yo estuve practicando todo el día, y quise llamarte antes de ir a cenar. ¿Tu ya cenaste? ─entonces el estómago de Kia recordó que no había comido nada en todo el día.

─Sí, no me salte ninguna comida, y voy de regreso a casa en el autobús, me moje un poco con la lluvia.

─Ten cuidado, no te enfermes, llamaré a mamá ahora, te quiero.

─Y yo a ti, bye.

─Bye ─él cuelga. Kia suspira, odiaba mentirle a su hermano. Cuando llegó a casa fue a su habitación y se cambió de ropa, secó su cabello y se quedo dormida.

La Conquista | NI-KI | [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora