3. El valle de la negación

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Cada vez quedaban menos y el Fénix reflexionó. ¿Negamos lo que no queremos oír?¿o la negación es solo una manera de rechazarse? Muchas veces oímos que en el amor nos negamos a aceptar lo que sentimos, ¿pero por qué nos negamos? ¿por qué una parte de tu corazón niega que la quieres y tu otra parte te dice lo contrario? Llene mis páginas de momentos tristes y no esperaste a que llegasen los felices. Formaste un muro entre nosotros. Una barrera que nos separa más allá de la distancia. Podrás huir, pero mi dolor por ti no va a cambiar. Leí muchos libros. Leí muchas frases. Pero en ninguna encontré la respuesta. Incluso el dolor más profundo puede hacer crecer ese muro. ¿Llegamos al final de los valles o nos rendimos cuando estamos un paso más cerca? Muchas veces nuestra primera opción es rendirnos. ¿Quién no ha pensado en rendirse cuando nuestro amor no es correspondido? Nadie. A pesar de que el albatros siguiera en su corazón, la realidad es que no estaba delante. No estuvo cuando me caí y no me pude levantar. No estuvo cuando cumplí los 13 años. No estuvo cuando recordaba nuestros momentos juntos. Solo su sombra. El susurro de las olas. Pero nadie más. Cada paso que daba al cumplir un año estaba hecho de fuego, de dolor y de miedo. No quería quedarse en el presente. Porque todos sus pasos le recordaban al pasado. Se quemaba por dentro. Borraba los recuerdos de un plumazo y quemaba los que no se borraban. Pero nunca supo encontrar el amor en ese fuego tan inmenso que se extendía y que nadie supo parar. Solo había una manera de parar ese fuego que le ardía del pasado. Enfrentarse a él. ¿Llamó a la puerta de mi amor equivocado o persigo la amistad de mi amor a distancia? Puede que no tenga un futuro con él, pero me aferro a los recuerdos del pasado. Me refugio en todo aquello que viví y resurjo de mis propios recuerdos. Llamé a la puerta de mi amor erróneo y la cerré sin pensar en lo que me depararían las otras puertas. ¿Cómo acabamos renunciando a la verdad por cerrar una puerta? ¿deberíamos abrir nuevas puertas o rogar a la que se cerró sin un final? Yo quería escribir un final feliz en esta historia cuando los que nos estamos negando a hacerlo somos nosotros. El Fénix después de su ruptura pasó años encerrado sin querer ver a nadie. El albatros le robó una parte de él mismo. No sabía de sus sentimientos. Tampoco sabía lo que había tenido que pasar para llegar a sobrevivir ahora mismo. Lo único que le consolaba era que algún día pudiera leer toda su historia con los mismos ojos con los que le miraba al Fénix. Que se diera cuenta de quién era ese albatros del que hablaba en ese cuento de hadas con un final por cerrar. Puede que no seamos inmortales pero al Fénix no le afectaba. Renacía de sus cenizas y por ello era un ave tan relevante en su especie. Se le consideraba un ave mágica con un poder único. El Pegaso siempre ha creído en él. Para él era cómo su propio hermano. Puede que no tuvieran la misma sangre, pero al menos tenía lo más importante. Fe en su amistad. Algo que el albatros nunca tendrá. Su sueño era irse a Italia para huir de él. Puede que huir no sea una opción razonable, pero cómo dicen''el amor nunca vence a la lógica''. Y eso jamás lo podremos negar. Nunca podremos negar que amamos a alguien, porque los sentimientos son más fuertes que tú. Podemos vencer a la lógica pero nunca al corazón. El Fénix ha vivido muchos momentos de calma, otros de tormenta y otros muchos con niebla. Pero ninguno fue comparable a los felices. Unas veces fue arrastrado por las fuertes olas en plena tormenta, otras veces fue arrastrado por las fuertes corrientes de viento, pero nada le impidió cumplir el sueño de superarse a cada uno de sus miedos. Los valles. El Fénix siempre se iba a dormir mirando las estrellas. Desde ese valle el cielo era espectacular, donde se producía una paz inmensa. Miro al punto más brillante del cielo. Una estrella que destacaba sobre las otras por su brillo y elegancia. Esa estrella era Sirio. Un día un hombre rescató a un perro malherido que lo usaban para la caza. En pocos segundos ese perro se convirtió en el mejor amigo del hombre. Decidió llamarle Sirio porque para él era lo único que tenía valor en su vida. Al igual que Sirio era tan importante en la vida de esa persona, al Fénix le pasaba lo mismo. Empezamos a valorar las cosas cuando las perdemos. Y hasta que no llegó ese momento, no nos dimos cuenta. Llegaba la primavera y los cerezos empezaban a florecer. Todos los años me voy al campo y recojo margaritas de sus tierras. Las planto y las riego. Las rodeo de las que fueron solitarias para que se sientan unidas. Y les arrancó un pétalo. Y otro pétalo. Y el que queda será la víctima que se llevará lejos tus problemas. Así con todos. Unas veces eran amapolas. Otras eran margaritas. Y otros girasoles. Cada planta representaba una emoción. Por ejemplo, la amapola en China y Japón representaba el amor. Mientras que en otros países cómo Europa y América las amapolas simbolizan el amor y el éxito. Todas las flores tienen un tipo de emoción, al igual que las personas. A veces no lo demuestran, pero siempre estuvieron ahí. Las margaritas por ejemplo son un tipo de flores muy especiales. Las margaritas simbolizan la pureza, la inocencia, la amistad incondicional y el amor puro que apuntan a relaciones apasionadas y románticas. Las flores favoritas del Fénix eran las rosas. Sin embargo las margaritas eran diferentes. Tenían un significado muy especial para él. Hace unos años, cuando el Fénix era más pequeño perdió a una de las aves que le rodeaban. Se fue al cielo. Más alto que donde vuelan pero nunca más lejos. Esa ave se llamaba cómo la flor, Margarita. Y aunque significaba mucho para él, no pudo hacer nada. Sueño con volver al pasado y cuidar a las flores que se marchitaron. Dejarla todos los pétalos y recordarla cómo la única flor brillante en ese campo. Luego había otra flor llamada girasol. Esta flor representa el positivismo, la energía, la vitalidad y la felicidad. Todas esas cosas que al Fénix le faltó para superar lo irremediable. Cómo bien simboliza la planta se cómo ella. Porque todas esas flores que fueron cómo ella esperan que así seas tú. Positiva y sobre todo feliz. Feliz por encima de todo.

El reencuentro del Fénix y el AlbatrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora