El reencuentro del Fénix y el Albatros

4. El valle del perdón

El Fénix estaba sobrevolando las Galápagos mientras observaba las olas en pleno anochecer. Se posó en el tejado de unas antiguas ruinas al lado del mar. Esa noche pensó que sería el ave más afortunada del mundo. Era el día de las perseidas. Un 12 de agosto todos los años nos tumbamos en el suelo a mirar las estrellas. Las perseidas es un tipo de lluvia de estrellas que solo tiene lugar una vez al año. Ese mes estamos de vacaciones en la casa de verano. El Fénix tenía un amplio y apacible jardín y esperaban entusiasmados a que empezara. La lluvia de perseidas era en honor a la constelación de Perseo. En la mitología griega Perseo es el hijo de Zeus y la Ninfa Danae. Para poder verlas es muy importante mirar al cielo porque tarde o temprano saldrán de algún lugar del planeta, desde cualquier parte del cielo. Desde este valle el Fénix ha podido valorar lo que es perdonar. Lo que es huir de tu propio mundo para salir de tu vida y cambiarte a ti mismo. Perdoné muchos errores para poder estar aquí. Me perdoné a mi mismo y aprendí sobre lo correcto. El Fénix tenía un poder oculto dentro de él. Algo mágico. Un vínculo muy fuerte que encadenaba sus problemas y los demostraba sin la más mínima sospecha. No hay evidencias ni leyes que puedan justificar lo que sentimos. A veces la lógica y la razón no son válidas. Solo tu conciencia. Si tú quieres hacer algo irracional en contra de lo lógico hazlo. Solo te dejas llevar una vez en la vida. Siempre vas a tener un sueño del que todo el mundo esté en desacuerdo. El Fénix se fue a Italia para huir de la gente. Buscaba la soledad. No podía pensar, porque todas sus pensamientos le recordaban al albatros. Quería buscar la paz interior y recomponerse de su antigua vida. Escribir todo lo que sintió, lo que añoro y lo que extraño. Cuando sentía frío y cuando sentía calor. Cuando creía en sí mismo y cuando no. Se hizo la promesa de que no volvería a creer en el pasado. Lo intentó muchas veces. Pero cómo dicen, el tiempo no va a cerrar las heridas. Es igual que las estrellas. Se forman con el paso de miles de millones de años. Crecen y poco apoco van madurando. Llega un momento en que ambas dejaron de dar luz a su alrededor. Pero nunca ninguna estrella dejará un rastro tan especial cómo la siguiente que se forme. Cuando el destino separa a dos personas se tiene en cuenta. Se cree que la amistad perdurará, que los sentimientos aflorarán y que su vinculación será aún más fuerte. Pero lo único que hace es dejar dolor, miedo y confusión allá donde pase. Una vez el Fénix leyó un libro en el que hablaba de perseguir los sueños. Los pasos que damos son muy grandes, en cambio a nosotros nos parecen demasiado pequeños. Un sueño consta de esfuerzo, dedicación y ganas. Si no llamas a la puerta que se cerró en el pasado se cerrarán las demás. Si no te decides por poner un final al destino que os separó, entonces invéntate ese final y escribe aquello que no le pudiste decir a la cara. Que estés con otra persona me está matando. No podría soportar que te toque cómo yo lo hacía, o que tú le mires con esa sonrisa en los labios con la que me alegrabas los días. Sé que soy un egoísta, pero quiero que seas solo para mí. Que me mires solo a mí y que me toques solo a mí. Te necesito. No puedo sacarte de mi corazón y mientras sigas estando en él, no podré querer a nadie más. Mi alma, mi cuerpo, mi corazón, mi aliento, mi sonrisa, todo te pertenece a ti. Se que no puede ser, pero quiero que me mires solo a mí, que me sonrías solo a mí, y que me toques solo a mí. No te vayas de mi lado. No quiero perderte. No quiero que le entregues tu vida a otro que no sea yo. No quiero que desaparezcas. Heriste mi alma y te llevaste todo lo que pudiste arrebatarme. Creí que lo superaría, pero lo único que no perdí fueron mis ganas de olvidarte. Me quedaba mirando a la nada pensando que algún día me volvería loca. Llegaba de pasear y me preguntaba porque veía soledad allá donde mirará. Hablaba con los animales. Incluso hablaba conmigo misma. Pero nunca encontré las palabras. Perdí de mi vida todas las cosas que me hacían feliz y empecé a escribir cómo el ave que representaba mi ser interior. Mi nombre no solo representa el fuego. Representa la soledad, la fuerza y la valentía. Todas las aves que pasen los ocho valles se convertirían en el Fénix por un motivo. Soy un ave adversa ante los obstáculos, pero también soy un símbolo a todas las aves que lucharon para no rendirse ante la adversidad y luchar por sus sueños. Uno de los sueños que hacían soñar tanto al Fénix era poder escribir una novela en la que abriera una panadería. Todas las mañanas olía el pan recién hecho del horno y amasaba la masa de los pasteles que preparaba hasta que un día un apuesto y bello príncipe entró a la panadería.

Tienes una baguette para venderme - le preguntó el pájaro soñador.

La dulce y humilde ave le dijo - claro, siempre será bienvenido.

¿Os imagináis quién podría ser ese ave con seudónimo pájaro soñador? El Fénix decidió llamar al ave que destrozó sus sueños ''albatros'' porque representaba la libertad absoluta. El albatros le dejó por voluntad propia y eso demuestra que ahora representa una especie de libertad, porque se libró de los que le estorbaban en su vida y ahora es libre respecto a sus decisiones. Por ello este ave se llama Albatros. ¿Pero y el pájaro soñador? ¿qué hay de él? Pues bien, pájaro soñador era el nombre del hombre que le besaría en la oscuridad por equivocación a un ave incorrecta. Esto quiere decir que así se llamará el ave de la que se enamorará con un sentimiento real en el futuro. Pájaro soñador representa el símbolo de un ave que parte con una serie de prejuicios que no encajan con su pareja, pero que con el paso del tiempo ambas aves descubren lo que es el amor verdadero. El Fénix nunca ha sentido nada real por el albatros, por ello la existencia de esta ave le hace seguir teniendo esperanzas. El poder escribir un cuento junto al ala que llevaba buscando desde niño. Ese era su sueño. Por esa razón, el Fénix siempre sabrá que nunca se deben perdonar los errores de personas que llegaron de manera equivocada a nuestra vida.