Luces Flotantes

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—Llego el momento —le dice Liam a su amigo camaleón mientras guarda sus pinturas en una caja —. Hoy es mi día, Corey.

—Finalmente voy a hacerlo —suspira Liam —. Le preguntaré.

—¡Liam, deja caer tu cabello! —Peter grita desde afuera de la torre.

—Ya es hora —Liam sonríe y esconde a Corey.

—¡No me haré joven aguardando aquí! —bromea Peter.

—Sí, ya voy padre —Liam tira su cabellera por la ventana.

—Hola, bienvenido a casa, padre —saluda el chico.

—Oh, Liam, ¿cómo te las ingenias para subirme todos los días sin falta? —Peter se acerca a él —. Parece completamente agotador

—¡Oh, no es nada! —responde Liam con una ligera sonrisa.

—Entonces no sé por qué te tardas tanto —dice Peter para luego reír y alejarse de él —¡Ay, querido, estoy bromeando!

—Entiendo —Liam ríe nerviosamente.

—Papá, como tú sabes, mañana es un gran día... —Liam seguía a Peter, quien se acercaba a un espejo.

—Liam, mira en el espejo —interrumpió Peter —. ¿Sabes qué veo? Veo a un joven hermoso, con confianza en sí mismo.

—¡Mira, tú también estás ahí! —Peter soltó carcajadas.

—Es broma —dijo Peter mirando el cambio repentino en la cara de Liam —. Deja de tomarte todo tan serio.

—Papá, como te estaba diciendo, mañana es... —Liam fue interrumpido por la voz de Peter una vez más.

—Liam, papá se siente un poco cansado —dice Peter cambiando su estado de ánimo —. ¿Me puedes cantar? Y después hablamos.

—¡Oh, por supuesto, papá! —Liam corrió a buscar una silla, su cepillo de cabello y un banco para sentarse.

Ya sentados, Liam comienza a cantar rápidamente.

—¿Qué haces? Espera —habló Peter.

—¡Liam! —Peter gritó enojado.

—Entonces, papá... —Liam se abalanzó hacia su padre —. Te decía que mañana es un gran día y creo que no lo sabes, así que te lo voy a decir: ¡es mi cumpleaños!

—No, no —negó Peter —. No puede ser.

—Eso lo recuerdo muy bien, tu cumpleaños fue el año pasado —le dijo Peter a Liam.

—Eso es lo curioso de los cumpleaños, son anuales —Liam ríe nerviosamente para luego sentarse.

—Padre, voy a cumplir dieciocho años y te quería pedir... —Liam suspiró —. Lo que más quiero para este cumpleaños —dijo el rubio —. Lo he querido desde hace años —divagó mientras acariciaba su cabello.

—Por favor, Liam, deja de balbucear —pidió Peter —. Detesto cuando empiezas a balbucear: bla, bla, bla... —se quejó el hombre —. ¡Es muy irritante!

—Es broma, cariño —rió Peter tocando la cara de Liam —. Eres tan adorable, te quiero muchísimo.

Liam miró a Corey escondido y este le dio señas para que continuará, el rubio sólo le sonrió a su amigo.

—Quiero ver las luces flotantes —confesó Liam.

Peter rió —. ¿Qué?

—Tenía la esperanza de que me llevarás a ver las luces flotantes —explicó Liam mostrándole a su padre el dibujo de las luces que hizo en la pared.

—Oh, te refieres a las estrellas —sonrió Peter.

—No, no —dijo Liam —. Eso es lo interesante.

—He estudiado las estrellas y siempre son constantes, pero estas aparecen todos los años en mi cumpleaños, papá —explicó el rubio —. Sólo en mi cumpleaños.

—Y no puedo evitar sentir que son para mí —Liam miró su pintura con estrellas brillantes en los ojos —. Necesito verlas, papá.

—Y no sólo desde mi ventana —aclaró Liam mientras Peter se acercaba a la ventana —. En persona.

—Necesito saber qué son.

—¿Quieres salir afuera? —Peter cerró las ventanas —. Pero, Liam, mírate, tan frágil como un brote —Peter corrió hacia Liam y lo tomó de las manos —. Un retoño nuevo de una flor.

—¿Sabes por qué estamos en la torre? —preguntó Peter.

—Yo lo sé, pero... —Liam fue interrumpido por su padre.

—Así es, es por tu bien, querido —Peter acarició la larga melena de Liam.

—Este día tan triste ya esperaba —exageró Peter colocando una mano en su pecho.

—Dejarás el nido, así será —asintió Peter a sí mismo —. Pero aún no.

—Pero... —intentó hablar Liam.

—Shh —Peter colocó su dedo sobre los labios de Liam.

—Créeme, amor —dijo Peter —. Sabio es papá.

—El mundo exterior es cruel, sucios rufianes, hiedra venenosa, come niños o el mal.

—¡No! —Liam gritó del susto.

—Sí —respondió Peter —. Hombres también, de largos colmillos —Peter dibujó en el suelo a un hombre con esa característica.

—Solo no subsistirás —le dice el hombre —. Simple, sin calzar, inmaduro, torpe, ¡te comerán vivo! —reprocha Peter acercándose a él —. Crédulo, infantil, y sin duda lento, parlanchín, ingenuo, creo que también algo regordete.

—Te lo advierto porque te amo —recalcó Peter acercándose al niño.

—¿Liam? —llamó Peter mientras lo abrazaba.

—¿Sí?

—Jamás me vuelvas a pedir salir de esta torre —demandó Peter.

—Sí, padre —asintió el rubio.

—Oh, te quiero muchísimo, cariño.

—Yo te quiero más —dijo Liam.

—Yo te quiero aún más —Peter besó la cabeza de Liam y se alejó de él.

—¡Nos vemos al rato, mi flor! —dijo Peter mientras bajaba de la torre con el cabello de Liam.

—Aquí voy a estar.

Liam observo desde lo alto de la torre como su padre se alejaba.















































































Si Corey no era Pascal, no quería nada, lo siento.

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Tangled [Thiam] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora