Solar Fam'

El pasado en Korz II

II.

 

“El amor es algo tan fuerte y tan frágil al mismo tiempo”

Khara corría por los pasillos del palacio en busca de una persona -Ethan! Ethan dónde estás!- abrió un portón de un placaje para acceder al comedor de los guardias los cuales se sobresaltaron y todos voltearon a ver como la mujer los había interrumpido, -Aquí estás, Ethan necesito discutir algo contigo- Un joven alto se levantó de su asiento y caminó hasta Khara mientras le hacía una seña al resto para que siguieran en lo suyo.

El frío de la oscura celda era insoportable, sus piernas no aguantaban del tiempo que llevaban en el aire y sus manos no podían entrar en contacto con nada debido al frío extremo en el que estaba todo a su alrededor, apenas escuchar unos pasos acercándose intentó pararse lo cual no le salió bien ya que volvió a sentarse enseguida, el frío ya quemaba su cuerpo, del otro lado de la celda escuchó una voz mientras le habrían la celda -Ven un segundo mocoso- era Garz con un grupo de guardias.

En un pequeño pasaje oculto junto al pasillo principal estaban Khara y una figura encapuchada discutiendo:

-Khara entiende no puedo hacer nada para ayudarte-

-Ethan no te hagas el idiota, me debes un favor todavía-

El joven tapó la boca de Khara al escuchar que un grupo de soldados caminaba cerca mientras le susurraba -Silencio tonta, nos van a escuchar-

Esperaron a que los soldados estuviesen lejos para poder seguir discutiendo:

-No era necesario hacer eso, también tengo buen oído-

-Hay no te hagas, seguro te gustó, y si tuvieses buen oído los hubieses escuchado de antes-

-Ah que los escuchaste de antes y no dijiste nada?- La mujer sacó su arma y apunto a la entrepierna del joven

-Bien bien bien Khara lo haré, pero no pienso ayudarte de nuevo, Lord Garz va a matarme si se entera de esto- Se cubría la entrepierna para no recibir un disparo

La mujer echó una sonrisa maléfica y enfundo su arma -Tranquilo no le diré a nadie, esto nos lo llevamos a la tumba- En eso guardaron silencio porque por ahí estaban pasando Lans y Garz.

Caminaron hasta la salida en silencio mientras Lans intentaba quitarse las cadenas y los guanteletes de metal que anulaban su poder -Es inútil que lo intentes niño, están diseñados de la misma forma que la celda en la que te dejaron por un mes la cual por cierto, disfrutas tu estadía?- Le decía Garz en un tono burlón al chico, levantó con fuerza los guanteletes y golpeó la cara del tirano -Bastardo eso responde tu pregunta?- Garz acomodó su mandíbula con la mano que sostenía un habano, -Eres muy insolente niño, al menos ya sé porque tu padre nunca vino a buscarte, pobre Lans, tu papi no te quiere?- otro golpe mas a la cara del tirano, Garz agarró con fuerza el brazo de Lans y empezó a llevarlo hacía el Bloque de celdas, -Tenia en mente permitirte caminar un rato pero ahora te vas a pudrir en hielo maldito niño insolente-

De vuelta al frío helado de la celda que le impedía escapar de ese palacio, intentó pararse en el suelo para adaptar su cuerpo al frío pero fue en vano, su cuerpo no soporta el frío, sentado en la silla se agarró las piernas, bajo la cabeza y suplicó por ayuda.

Khara estaba oculta en una esquina vigilando cada movimiento que hacían los guardias, anotaba en un cuaderno cada horario, patrón de movimiento y dialogo que escuchaba de los guardias.

-Khara, repíteme porqué hacemos esto-

-Ya te lo dije Ethan, me siento culpable por mandar a un inocente a su perdición por culpa de los caprichos de Lord Garz- le decía la mujer golpeando la nuca de Ethan

-Recuerdame porque arriesgo mi trabajo y mi vida ayudándote-

En eso Khara le tapa la boca con su mano debido a unos guardias que pasaban cerca de ahí a las risas, una conversación la cual ella estaba anotando con cada detalle posible:

-Pareces una obsesionada paranoica- le dijo Ethan mientras le daba una palmada en la espalda

-Cierra la boca trato de escucharlos-

El sonido de palmadas los interrumpe a lo cual responden volteandose con un susto en sus caras:

-Bravo, conspirando contra su rey, no sé si debería perdonarlos o cubrir mis paredes de un nuevo color rojo-

La mirada de terror que ellos tenían les había impedido decir una sola palabra, sus cuerpos no se movían y Garz lo único que hacía era aplaudir y reír levemente:

-Voy a disfrutar esto- diría haciendo un gesto con la mano derecha -Llévenlos a mi “exprimidor”- diría mientras les sonreía al dúo petrificado.

Acurrucado en su silla estaba Lans perdido en los recuerdos de su mente, ahora no le parecía tan mal vivir con un padre abusivo y temperamental, fue interrumpido por unos gritos desgarradores provenientes de la sala de torturas.