capitulo 7

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Mentiroso


Esa palabra sonaba en mi cabeza una y otra vez. ¿Realmente era un mentiroso? ¿Yo? El símbolo de la esperanza...—¿A quién quiero engañar? Soy un mentiroso.


...—No puedo creer que les haya hecho esto —dijo Oracle, espantada al ver a los ex-Robins.


—Maldita bruja, todo es su culpa. Apuesto a que le hizo algo al pobre de Damián —agregó Spoiler.


—Damián casi los mató porque Talía ha vuelto a controlarlo —finalmente habló el patriarca de la familia—. Es probable que esté usando bio-tecnología como la última vez.


—¿Cómo la última vez? Él nos hablaba como si fuéramos la peor basura con la que se topó. Dijo que nos odiaba a muerte y que merecíamos sufrir antes de morir. ¡Ah! —dijo Red Robin, pero de inmediato calló debido al dolor de sus heridas.


—Debo encontrar a Talía —dijo Bruce—. Oracle, averigua dónde ha estado la liga de asesinos, los movimientos de Damián y Talía. Si Damián quiere vengarse de todos los que lo lastimaron, debe estar entre Gotham y Metrópolis.


—Entendido.


—Debo hablar con Kory para saber cómo están los nuevos Titanes —explicó Nightwing mientras sacaba su celular.


—¿Ellos también? —se sorprendió el tercer petirrojo—. Maldición... Viene por todos.


—¿Y qué harás una vez lo encontremos? —habló fuerte y claro el segundo Robin—. ¿Vas a alejarlo de nuevo? —confrontó al murciélago—. Él no va a olvidar esto, menos va a perdonarse a sí mismo. Siempre vivirá con la culpa. Le costó tanto rehabilitarse como para que la perra de su madre lo orille a matar nuevamente. Nos necesita... Te necesita —explicó.


—Quiero salvarlo, Jason, pero si no tengo el código o lo que sea que ella puso en su mente, no podremos hacer mucho. En estos momentos, nadie puede llegar a él —lo último lo dijo con dolor, ya que ninguno de ellos podía pedirle a Damián que regresara, no después de lo que pasó con Alfred.


—Entonces no perdamos el tiempo —dijo mientras se levantaba—. Oracle, pásame la información que tengas —dijo antes de salir. Batman no intentó detenerlo; sabía que nada lo detendría.


Jason tomó su moto para salir de la cueva. Aguantando las heridas, pensaba en la última vez que vio a su hermano. Este lo había abrazado, pero solo para engañarlo. Sin embargo, su hermano necesitaba ese abrazo, pero no creía merecerlo. En eso, vio a una silueta familiar acercarse.


—¿Qué es lo que quieres, escuincle? —dijo, mirando hacia arriba y encontrándose con Superman—. Nos estuviste esperando, ¿no es así?


—Vas a ir a buscar a Damián. Quiero participar —dijo, decidido, ignorando la vibración de su celular.


—Oíste al demonio. Ellos ya están preparados para pelear contra ti. Serás peso muerto, vete a tu casa.

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