Eres Nuestro

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A unos miles de kilómetros de distancia en el estado de Virginia se encontraba una pequeña ciudad llamada Mystic Falls, en donde predomina la presencia de lo sobrenatural, sobre todo, de vampiros. Sin embargo, en ella, habita una familia particular si es que se la puede llamar así, conformada por nada más y nada menos que por los Salvatore y sus amigos. Un apellido peculiar pero de gran renombre en esta linda ciudad. Que como todo sector en contacto con lo sobrenatural, tenía sus problemas y conflictos.

Esta era una de las razones para irse de vacaciones por un tiempo, según los hermanos Salvatore, además de que ya no soportaban a los “vampiros malvados”, denominados mejor como Los Originales.
Elijah siempre los mandaba a hacer el trabajo sucio y, Stefan terminada repetidamente apuñalado por otros vampiros. Por otra parte Damon ya estaba harto de Klaus y sus intentos de coqueteo con Caroline, no estaba celoso ni nada, pero cada que ésta rechazaba al vampiro-lobo, tenía que escucharlo hablar de lo maravillosa que ella era y cómo sería su vida juntos, y asi podian estar 24 horas seguidas escuchándolo hablar sin parar. 

Por otro lado, Elena solo se burlaba de ellos y disfrutaba de la vida trabajando en el hospital como médica, ya que, finalmente pudo cumplir su sueño de ayudar a quienes los necesiten sin tener que estar matando a cada rato. Trabajar tenía sus ventajas, pues, podía alimentarse cuando quisiera de sangre sin levantar sospechas.  Aunque la sangre era lo que menos les faltaba a ellos, no era de público conocimiento pero manejaban una de las franquicias más grandes del mundo, relacionado con bancos de sangre. 

Así que cuando les insinuaron irse de vacaciones y alejarse por un tiempo de la ciudad aceptó inmediatamente, además quiera ejercer su carrera en diferentes hospitales. 

Respecto la vida amorosa de los hermanos, Stefan y Elena decidieron no seguir como pareja porque se dieron cuenta de que no congeniaban, pero se convirtieron en mejores amigos, él mismo agradece nunca haber ido más allá de los besos porque sería muy incómodo, al menos para él. En cambio, Elena y Damon, empezaron a salir luego de que esta se convirtiera en vampiro, ya que, descubrieron que eran almas gemelas, desde entonces son inseparables y su lazo crece cada día. Stefan aceptó su relación sin problemas y está muy feliz de que las personas que más aprecia en este mundo sean felices, él esperaría encontrar a su alma gemela. 

Volviendo al viaje que estaban preparando, no sabían en realidad cual seria su destino final pero de que se marchaban, se marchaban. Los tres ya habían guardado su equipaje en una camioneta rodante que Stefan había comprado con anterioridad, y porque rodante, pues gracias a la amiga de Elena ahora ellos podían dormir si así lo quisiesen, no se sentirán cansados y se irían a dormir automáticamente como los humanos, sino que era a voluntad. 

Damon: ¿Todos listos?- pregunto cerrando con llave la puerta de su mansión.

Elena: sepp, ya vámonos amor- le contestó subiendo a la camioneta con Stefan, el cual le hizo una rápida mirada a su casa, y luego subió seguido de Damon, quien sería el conductor designado, pero irían rotando en el camino. 

Así es como estos tres vampiros, que utilizaban anillos para el sol, partieron a un destino desconocido, brindando con una copa de sangre, y no hay que preocuparse por Stefan, con el tiempo pudo controlar su sed de sangre gracias la ayuda de los Originales, que además les explicaron cosas de vampiros que ellos no conocían. Por ejemplo, en otros estados existían vampiros que descendían de otras ramas y que no les afectaba la luz del sol, así como los licántropos y metamorfos. Los poderes solo un porcentaje los tienen, o dones como gusten llamarlos. 

Luego de tres días de viaje por la carretera, pararon a estirar un poco las piernas y a comer observando el paisaje, deleitándose por la tranquilidad que la naturaleza les brindaba.

Elena: Qué les parece Forks- preguntó mirando el mapa que tenía en las manos.

Stefan: No suena mal, que tiene de especial- dijo curioso, acostado sobre el césped.

Damon: Creo haber escuchado de ese pueblo, es pequeño y por lo que he oído de que también hay vampiros- respondió desinteresado.

Elena: Eso es genial, qué opinan- contestó alegre- Podemos quedarnos unos meses y ver como es la vida en ese lugar.

Stefan: De acuerdo pero vos pagas la casa- dijo sonriendo al ver que se le borraba la sonrisa a la vampira- Mientras no haya mucho sol.

Damon: No seas egoísta Stefan- le tiró una piedra a su hermano- Pero mi reina tendrás que pagar está vez jajaja- se fue corriendo a la camioneta seguido de una Elena enojada. Alguien dormirá atado al techo al parecer.

Stefan: Bien, allá vamos- declaró levantándose del suelo tranquilamente, sin ser consciente de lo que le esperaría en ese pueblo.