1.2 Lovesong

338 29 102
                                    

Los caminos de Charles y Carlos se cruzaron en la universidad, ambos estudiantes de recién ingreso en la, en boca de otros, imponente carrera de medicina, aunque ya habían compartido consciencia de la existencia del otro mucho tiempo atrás, o al menos el de ojos verdes sabía de Carlos, ubicándolo como el chico popular desinteresado y más galán de su preparatoria.

Ambos crecieron en Mónaco, Charles toda su vida al ser originario de la capital del principado y Carlos desde los ocho años, momento en que su familia se mudó desde Madrid e igual momento en que el nativo monegasco se enteró de la existencia del español, tomándolo con un extraño niño hiperactivo de grandes ojos.

El barrio de Montecarlo no era precisamente la localidad más grande y claro que la llegada de una nueva familia influyente a la corona del principado monegasco sería del conocimiento de todos a la redonda.

Al inicio las familias de ambos tenían encuentros ocasionales en reuniones sociales donde los menores aprovechaban para jugar y divertirse pues solían ser los únicos que compartían la edad de la niñez.

Aunque en realidad no congeniaran tanto pues Charles era un niño más tranquilo e inclinado a juegos sutiles, principalmente imaginativos, mientras que Carlos era un motor sin frenos quien solo quería estar corriendo, gritando y jugando deportes extremos.

Por un momento pudieron describirse como mejores amigos pues cada que Charles se enteraba de tales reuniones se emocionaba por ver al raro español que consideraba su compañero de juegos favorito, y Carlos, cada que se reunían a jugar, al final de la noche no deseaba despegarse de su monegasco preferido, título impuesto por él al ojiverde.

Sin embargo, su cercanía solo fue efímera y la pubertad les pegó a ambos, Charles, como era previsto, se encerró en su propio mundo antisocial con pocas personas a su alrededor, principalmente mujeres, y Carlos se convirtió en un joven apuesto, sociable y popular. Prácticamente se habían olvidado del otro y se convirtieron en unos perfectos desconocidos.

Posteriormente el destino hizo de las suyas volviéndolos a unir, siendo el escenario de este nuevo capítulo un salón de clases, con personas totalmente nuevas, y ellos como los únicos rostros conocidos.

Ambos decidieron tomar sus estudios superiores en Mónaco, Charles porque no deseaba alejarse tanto de su familia y Carlos porque jamás consideró otra opción.

Su grupo, lleno de extranjeros de todas partes del mundo, típico de un país cuya población corresponde casi a un 70% de inmigrantes, los ponía en una situación donde era probablemente conveniente que ambos se hablaran en el primer día de clases.

-¿Es en serio que estás con Carlos, Carlos Sainz?—preguntaba exaltada la mejor amiga del monegasco, Charlotte, quien desde la secundaria se volvió su persona más allegada y quien le mostró que rodearse de mujeres era mucho mejor que ser amigo de todos los hombres cabezas huecas como Carlos.

-Mi reacción fue la misma, tuve que leer como cinco veces su nombre en la lista para corroborar que se trataba de él—confesó mientras se acostaba al lado de la castaña,  tomando en brazos el peluche de chimpancé con lentes de sol de la monegasca ubicado en la cama de esta.

-¿Y le hablarás?

-Creo que no me queda otra opción, los primeros días me ponen muy nervioso y creo que prefiero eso a encerrarme solo en el baño a merendar—comentó ganándose una mala mirada pero a la vez divertida de su amiga—no entiendo por qué tuviste que escoger artes visuales sobre psicología, de no ser así, estaríamos en la misma ciudad y facultad y no tendría que estar preocupándome por estas cosas—exhaló dramáticamente.

-Lo siento, Charlie, te amo pero prefiero amarte desde París—comentó sonriendo ladinamente hacia su amigo—además, me quedo tranquila porque Carlos parece ser buena persona, además de claro, el español más sexy de todo el mundo.

What Love Is About [Charlos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora