MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR

CAPÍTULO 13

Después de mi resumen de acción en vivo del comienzo del Fénix Oscuro en el espacio, me quedé pensando qué haría a continuación, en el espacio, decidí simplemente ser un espectador de este evento único, alguien que observara las circunstancias evolucionando sin interferir. porque sabía que realmente no podía interferir, quiero decir, ¿qué se suponía que debía hacer? La Fuerza Fénix era un ser cósmico sensible, un Dios con poderes más allá de mi comprensión, si realmente hubiera interferido y evitado que Jean fuera allí y absorbiera eso, la Fuerza Fénix simplemente nos habría seguido, porque la quería, desde su nacimiento ella era ya estaba conectada a la Fuerza Fénix, y con esto, su conexión había crecido, convirtiéndola en la única anfitriona de esta entidad cósmica particular para este universo.

"¿Qué se supone que debo hacer?", suspiré, leyendo la misión una y otra vez, quiero decir, ¿cómo diablos se suponía que iba a evitar el fin del mundo? Todo esto estaba mucho más allá de mi sueldo, y para empeorar las cosas. , la búsqueda era muy vaga, como cuál era mi papel, en qué parte tenía que participar.

Mientras intentaba darle sentido a esto y encontrar respuestas a mi problema, alguien me tocó el hombro, me di la vuelta y vi nada menos que a Ororo parado detrás de mí con una sonrisa, "Parecías estresado" [Ororo Munroe - LV 102 ]

"Eso es quedarse corto", me reí.

"¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?" -Preguntó Ororo.

"En realidad no", suspiré, "Entonces... ¿qué estás haciendo aquí?" Pregunté cambiando de tema.

"Bueno, vamos a celebrar una fiesta para celebrar nuestro éxito y pensé que tal vez quisieras venir". una fiesta en este momento, no creo que sea una buena idea.

"No lo sé, ¿tal vez?" Respondí.

"Vamos, nos ayudaste, eras parte del grupo." Difícilmente, con o sin mi intervención, los hechos que se desarrollaron hubieran sucedido, yo era simplemente un espectador. "Vamos, todo el mundo quiere conocer al padre soltero de una niña tan increíble", usando a Emily, bien jugado.

"Bien", me reí entre dientes.

Sonriendo, Ororo tomó mi mano y comenzó a caminar hacia la fiesta afuera de la mansión, cuando de repente la onda expansiva de una explosión que vino desde afuera de la Mansión X nos derribó, "Asumiré que esa no fue la onda expansiva de tu matando a los oradores." Gemí en el suelo, sabiendo ya quién era el responsable de esto, Jean.

Ororo me miró preocupado y exclamó: "¡Debemos estar bajo ataque!"

"Difícilmente", suspiré, "conozco ese empujón psíquico, fue Jean..."

"¿Está seguro?" Preguntó Ororo, la preocupación en su rostro todavía estaba ahí, aunque más baja, y asentí.

"Vamos", dije, levantándome y corriendo para ver cómo estaba Jean, mientras reflexionaba si debería hacerles saber con qué estábamos lidiando o no. Después de todo, no tenía idea de lo que significaría compartir esa información en el gran esquema de las cosas.

Vi como llevaban a Jean a su habitación, inconsciente, su nivel ya fluctuaba, hace unas horas estaba [LV 151, ahora estaba [LV 191, sus poderes, su conexión con lo cósmico estaba evolucionando, pronto, nadie sería capaz de sujetarla, ya no, y eso me asustó, pues una vez que ella realmente se libere, tendría en sus manos el poder de acabar con el mundo con un movimiento de sus manos.

Por un momento, incluso consideré matarla, justo allí... cuando estaba en su punto más débil, pero el hecho es que no sabía si podían matarla, la Fuerza Fénix se llamaba así por una razón, podía destruir y reorganizar los átomos a voluntad, y había una gran posibilidad de que la entidad cósmica la salvara, y una posibilidad aún mayor de que me matara después.

"¿Se encuentra ella bien?" Escuché a Ororo preguntarle a Scott, quien asintió preocupado.

"Ella está... estable, según Hank, pero... todavía tengo miedo de que algo ande mal con ella, tal vez esa llamarada le hizo algo..." dijo Scott, mientras yo me reía por dentro, si tan solo supiera lo jodidos que estábamos, y que nuestro destino dependía de lo bien que una frágil adolescente tomara todo esto.

Supongo que hay un lado bueno en esto, si sobrevivo, luchar contra personas como Thanos se sentirá como un día de verano en un spa, al menos él no es un Dios, en un Titán, un Loco...

"Pa-Alex", me llamó la atención la dulce vocecita de mi hija adoptiva, ella estaba en pijama, sosteniendo fuerte su osito de peluche, y a juzgar por su expresión, estaba asustada, probablemente la onda expansiva de la rabieta de Jean la despertó.

"¿Está todo bien cariño?" Pregunté, subiendo las escaleras hacia ella.

"Escuché una explosión... y pensé que venían por nosotros, así que... me escondí hasta que pude encontrarte", bueno, eso me rompe el corazón, "¿Estamos a salvo?"

"Lo estamos", mentí, cargándola en mis brazos, "Ahora vamos a tu habitación".

"Está bien", asintió Emily.

"Bueno, eso es precioso", comentó Ororo.

"Supongo", me reí entre dientes, pasando mis dedos por el cabello de Emily.

"Oye, no te sientas mal, a las chicas les encanta eso, el tipo solitario con un corazón de oro, incluso podría estar en riesgo aquí", se rió Ororo.

"Jaja", me reí, "Qué gracioso", con eso salí a la habitación de Emily para leerle un cuento.

"Alex", murmuró Emily.

"¿Sí?" Respondí con una sonrisa.

"¿Ella es tu novia?" No voy a mentir, casi me ahogo con eso.

"No, además, nunca conseguiría una novia sin dejarte hacer su verificación de antecedentes", le guiñé un ojo, "No puedo salir con nadie sin tu sello de aprobación". Agregué con una pequeña sonrisa.

"Bueno... ella me gusta, me lee cuentos y hace magia para mí, como secarme el cabello con las manos o hacer hielo para mi refresco", sonrió Emily, mientras comenzaba a detallar por qué Ororo era el mejor, además de Raven, ni siquiera tiene siete años y ya está intentando casarme con alguien, seguro que crecen rápido.