MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR

CAPÍTULO 183

Me desperté en medio de una habitación desconocida, con un dolor de cabeza mortal.

Me queje, poniendo una mano en mi cabeza, mientras trataba de recordar lo que había sucedido, imágenes del Beyonder, Morfeo, me venían a la mente momentáneamente.

"He ganado", murmuré, casi se sentía como una mentira. Incluso saliendo de mis labios.

Pero por increíble que sonara, me acordé de todo.

Borrando a Morfeo.

Desterrando al Beyonder.

"No puedo creer que haya ganado", me reí con incredulidad. Imágenes del modo de autorecuperación invadiendo momentáneamente mi mente.

Fruncí el ceño, tratando de comprender qué era eso.

El jugador no tenía tal cosa, no es que yo supiera, ¿verdad?

"Estadísticas",

[ESTADÍSTICAS

Nombre = Alex Walker

Raza = Desconocido.

Título = Nulo

Ocupación = Nula.

¿Nivel = 450?

EXP = 0 %/100 %

HP = 3.000.000/3.000.000

MP =3.000.000/3.000.000

STR = 6000 (+3600) = 9600

VIT = 6000

DEF = 6000

DEX= 6000

INT = 6000

CHA = 6000

WIS = 6000

WILL = 6000

POR = 6000

LUK = 6000

PUNTOS DE ESTADÍSTICA = 0

DINERO: 22.108.742.952 $

]

¿Qué... coño?

¿Qué diablos le pasó a mis estadísticas?

Todos se habían duplicado.

¿Pero por qué?

Esto probablemente tuvo algo que ver con el modo de autorecuperación, era la única variable en esta complicada ecuación.

Suspirando, me levanté de la cama en la que estaba acostado y caminé hacia el baño, más tarde tendría tiempo para contemplar lo que había pasado, ahora mismo, tenía que orinar.

En el baño, llegué al baño y empecé a hacer mi negocio, dándome cuenta de que había un espejo frente al inodoro.

¿Quién coño quiere un espejo frente al inodoro? Me preguntaba.

Pero cuando ese pensamiento se estableció, algo me llamó la atención.

Mis ojos.

"Santo cannoli", murmuré, sorprendido por lo que estaba viendo en el espejo.

Mis ojos... Parecían dos piezas arrancadas del propio universo. Fue fascinante y muy inquietante.

"Tendré que usar gafas de sol ahora, genial", suspiré, mientras se oía una explosión repentina dentro de mi habitación.

"¡Hermano!" No era otro que Thor.

"¡Por el amor de Dios! ¡Estoy orinando!" Grité, solo para que Thor abriera la puerta mientras me levantaba desesperadamente los pantalones, antes de que me atacara violentamente en un abrazo doloroso.