T R E N T O T T O

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—Si aquí es seguro, ¿por qué nos marchamos tan lejos si podrías haber venido aquí desde un principio? —preguntó San cuando hubo terminado de curiosear la nueva habitación que compartirían. No era tan grande, pero era realmente preciosa.

Había pasado al menos una hora desde que la familia de Wooyoung le había dado la bienvenida a aquella mansión. Y un cuarto de aquella hora, San tuvo que quedarse en la sala sin su alfa, sentado en un cómodo sofá, siendo el centro de atención de todas aquellas personas que casi ni recordaba.

El omega respondió con cierta timidez cada una de las preguntas que le hacían. Y es que la mayoría estaba realmente interesado en saber acerca de él, pues que Wooyoung llegara de pronto con un omega marcado y embarazado era algo que sorprendió a muchos. En especial porque Wooyoung siempre se había mostrado como un alfa al cual le asqueaban las uniones.

Y San habría deseado que su alfa estuviese a su lado para salvarlo cuando la situación se ponía incomoda para él, pero Wooyoung tuvo que encargarse de un asunto algo urgente con su hermana Charlotte, por lo cual no pudo estar junto a él.    

San nunca preguntó qué fue lo que pasó con Lottie.

—Pues… es que me repudiaba la idea de vivir aquí, con toda la familia. Yo prefería tener mi propio espacio. Y como era tan orgulloso, independiente y solitario, me era más cómodo pasar una larga temporada en el exterior a que estancarme aquí y asquearme de como los demás son felices con sus parejas —explicó y se acercó a su omega para abrazarlo por detrás, deslizando sus manos con suavidad por los costados de su hinchado vientre—. Pero como ya estoy del lado de los felices, ya no tengo problema.

San rió suavemente, sintiendo unas ligeras cosquillas al tener los labios del contrario sobre la especial marca de su cuello.

—Ya veo —sonrió, volteándose con el único fin de besar los labios de su alfa, quien aún continuó con sus manos sobre la panza de embarazo que se interponía adorablemente entre ellos—. Ahora que ya estamos aquí, ¿puedo reunirme con mi mamá y mis amigos? Muero por verlos.

Wooyoung titubeó, poniéndose tenso al instante. 

—Uhm… sí, bueno, aunque primero hay algo que tengo que decirte sobre tus amigos.

San estaba furioso, y no intentaba siquiera disimularlo

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San estaba furioso, y no intentaba siquiera disimularlo. Sus feromonas de enojo se dispersaban por todo el espacio que presentaba aquel auto que, rodeado de seguridad, se dirigía a la antigua mansión Jung.

Su alfa le pedía con voz suave y tranquilizadora que se calmara, pues tal enojo le afectaría al bebé, pero cada vez que Wooyoung intentaba acariciarle, San le gruñía, amenazador, como si él fuese el alfa de la relación.

Ya no quería ser acariciado o mimado por Wooyoung. La rabia que había invadido su ser no se lo permitía. Tan sólo quería ver a su mejor amigo, quería saber en qué estado se encontraba Yunho y averiguar qué había ocurrido con Jongho.   

𝐒𝐮𝐛𝐥𝐢𝐦𝐞 𝐃𝐨𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 ─ 𝘸𝘰𝘰𝘴𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora