CAPÍTULO 3

648 80 59
                                    


MARATÓN 3/3

BECCA

De camino al aeropuerto ninguna de las tres dice nada, yo estoy totalmente perdida en mis recuerdos, tanto en los de los último años aquí en Inglaterra como en mis recuerdos de niña, de cuando vivía en Barcelona. Y para cuando aparcamos en el aeropuerto ya solo puedo pensar en volver a disfrutar del aroma del mar mediterráneo, y de la cálida sensación del sol bañando mi piel.

Sacamos nuestro equipaje del maletero y, después de ponerle el seguro al coche, caminamos hacia el interior del aeropuerto. Facturamos nuestras maletas y luego nos dirigimos a la terminal que indican nuestros billetes, aunque como vamos bien de tiempo decidimos parar a comprar un café.

- No os imagináis lo mucho que os voy a echar de menos- dice Keira rompiendo el silencio.

- Nosotras también te vamos a echar de menos- contesto sincera acercándome a darle un abrazo de oso, al que enseguida se une Lucy.

- Pero te pienso llamar todos los días- le dice mi hermana totalmente seria- Haremos videollamadas todas las noches y cuando te levantes, tendrás un mensaje mío de buenos días.

- A ver- sigo yo- yo no voy a ser tan intensa pero te pienso escribir todos los días y te prometo que cada vez que Lu haga alguna tontería lo grabaré y te lo enviaré.

- Oye que sigo aquí delante, por si no os habíais dado cuenta – comenta Lucy irónicamente mientras que Keira y yo nos reímos.

- Vuestro vuelo está a punto de salir, debéis iros- comenta Keira con lágrimas formándose en sus ojos.

- Te quiero mucho Keke- digo llamándola por su apodo- en nada nos vemos ¿sí?

- Yo también te quiero peque, cuida de Lucy ¿vale? – me pide en un susurro cuando nos abrazamos.

- Prometido- contesto al separarnos mientras seco sus lágrimas.

Me alejo un poco de ella y de mi hermana para no estar de sujeta velas y me voy acercando hasta la puerta de embarque para esperar a Lucy y embarcar juntas.

Siempre he pensado que los aeropuertos tienen algo especial, la gente que viene con la maleta llena de sueños, la gente que se va huyendo hacia un futuro mejor, los reencuentros, las despedidas.... Estas cuatro paredes, sin quererlo, albergan mucho más que unos simples asientos donde tirarte horas esperando tu vuelo o tiendas en las que pagas un ojo de la cara por una simple botella de agua.

Cuando Lucy llega a mi altura tiene toda la cara roja de haber llorado, y la mirada triste.

- ¿Preparada para nuestra nueva aventura? – pregunta dibujando una sonrisa en su rostro.

- Solo si es contigo- contesto extendiendo mi mano en su dirección para que la tome.

Le entregamos a la azafata que está en la puerta de embarque nuestros billetes y empezamos a caminar por la pasarela para montarnos en el avión. Por suerte no tardamos mucho en encontrar nuestros sitios, y antes de que podamos darnos cuenta estamos despejando.

- ¿Te apetece que veamos una peli juntas? – me pregunta mi hermana.

- Venga, está bien, ¿qué te apetece ver?

- ¿El rey león? – sugiere poniéndome pucheros.

- A veces me pregunto si yo soy la hermana pequeña o lo eres tú- contesto riéndome- pero está bien, veremos el rey león.

A mitad de película Lucy se queda dormida, y yo me vuelvo a perder en mis pensamientos, hay una cosa que nunca le he contado a Lucy, y es que muchas veces la he hablado, sobre todo cuando era más pequeña, de la que era mi mejor amiga de Barcelona, pero nunca le he dicho su nombre, así como tampoco le dije cuál era mi equipo, y quizás y solo quizás, también he pasado por alto el pequeño detalle de que, la que un día fui mi mejor amiga, ahora va a ser su compañera de equipo.

Durante años he pensado en cómo sería nuestro reencuentro si alguna vez ocurría, en qué pensaría de mí cuando de la noche a la mañana desaparecí de su vida, ¿estaría enfadada conmigo? ¿le habría dado igual? ¿qué pensaría su familia? Esas personas me habían dado el amor que yo no encontraba en mi casa, y sin explicación alguna desaparecí del mapa.

- ¿Falta mucho? – pregunta Lucy despertándose.

- Como media hora.

- Lo siento por dormirme, soy la peor compañera de viaje.

- Tranquila, supongo que anoche no dormiríais mucho- contesto con tono juguetón.

- Pero bueno, que haces tú pensando en esas cosas ¿no eres muy pequeña tu para tener la mente tan sucia?

La miro mal y le doy un pequeño empujoncito en el hombro mientras la saco la lengua como si fuera una niña pequeña. Iba a decirme algo más pero en ese momento le llega un mensaje al móvil y, a juzgar por su expresión, es algo urgente.

- Mierda- susurra entre dientes.

- ¿Qué pasa?

- Que mi agente no puede venir conmigo mañana a la firma del contrato, y sin él no voy a entender una mierda, porque iba a ser él el que hiciese de traductor.

- ¿Y te ha dicho por qué no puede venir?

- Se ha roto una pierna y no puede volar.

- Vaya putada.

- Oye Becks, ¿tu no te atreverías a venir conmigo? – pregunta poniéndome otra vez cara de cachorrito.

- Lu... – digo sin saber que contestarle.

- Es el último favor que te pido, te lo prometo- dice juntando sus manos suplicándome.

- Está bien, pero que sepas que me debes una enorme.

- Lo que tú quieras- dice acercándose a dejar un beso en mi frente.

El avión aterriza sin mayor problema, y, en cuanto pongo un pie en territorio español una pequeña sonrisa aparece en mi rostro, y es que parecerá absurdo pero hay algo diferente en el ambiente, es otro estilo de vida.

- Bienvenida a Barcelona Lu- digo mientras caminamos hasta la cinta por donde supuestamente tienen que salir nuestras maletas.

Al final nos tiramos esperando por nuestro equipaje casi una hora, en un momento pensamos que nuestras maletas se habían perdido o algo.

Cuando salimos a fuera para coger un taxi se me hace super raro volver a escuchar todo el ruido de la ciudad, y es que en España somos mucho más ruidosos que en Inglaterra, cosa a la que me costó acostumbrarme la verdad.

Escuchar el español en cada esquina al principio es un poco abrumador, pero enseguida me doy cuenta de que lo echaba de menos, y cuando conseguimos pillar un taxi libre me sorprendo al no trabarme absolutamente nada con el español, pensé que lo tendría más oxidado, pero se ve que seguir viendo las series y los tik toks en español ha servido de algo.

Le digo al conductor la dirección y en cuestión de cuarenta minutos estamos frente a la que un día fue mi casa.

- Hogar dulce hogar- digo irónicamente mientras dejo que Lucy pase primero.

Comienza la aventura. 

N/A: Hasta aquí el maratón, espero que os esté gustando y que, como yo, tengáis ganas de descubrir más acerca de Becca, que de primeras es casi una incógnita jajaja. Estoy deseando leer vuestras teorías porque ¿cómo es que Becca ha vivido en Barcelona si es hermana de Lucy? Os leo, besos!!!!

TARDES DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora