Acto 5: Soy... ¿Suya?

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Aclaraciones: Por si no lo recuerdan, entre el capítulo anterior y este solo han pasado unas cuantas horas.

Pueden seguir.
Saranghae <3

La pareja de japonesas se sienta frente a frente, pero podrían estar a kilómetros de distancia

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La pareja de japonesas se sienta frente a frente, pero podrían estar a kilómetros de distancia. El comedor se ahoga en un silencio cortante, solo siendo acompañado por el eco de sus respiraciones.

Momo degusta con gran calma la sopa de Miso que la más joven preparó para ella, intentando ignorar la resaca que martilla su cabeza, fruto de haber estado tomando hasta altas horas de la madrugada.

Después del tenso momento que tuvieron por la mañana, la comunicación se ha roto por completo. Mina se sumerge en un mar de emociones turbulentas, y Momo, con la cabeza palpitante, opta por guardar silencio antes que enfrentar la fragilidad de su pareja, cuyas lágrimas se derraman ante el más mínimo reclamo.

Tan jodidamente sensible.

—¿No tienes que ir a la universidad, o algo...? —Pregunta con desdén, anhelando que pronto se retire para poder invitar a Nayeon.

—¿Quieres que me vaya acaso? —Bajó la cuchara y paró de comer, masajeando levemente su cien.

—Sí. —La confrontó, bajando sus utensilios también y dándole la cara—. Quiero que te largues. —Ni una pizca de cariño en sus palabras.

Momo, sorprendida por el repentino cambio de actitud en su menor para responderle así, parpadeó atónita.

—Mitang, sé que ayer me pasé un poco, pero no veo necesario que te molestes así. No fue pa-

—¿No fue para tanto? —Repasó en su boca las palabras ajenas—. Busqué desahogarme contigo. Busqué refugio en tus brazos. —Reprochó con voz átona, pero con una leve picazón en los ojos por querer llorar nuevamente—. Te busqué como mi novia... Momo, necesitaba tu apoyo, y tú solo... —La primera lágrima hizo presencia, pero no por la pelea de la noche anterior, sino por el fresco recuerdo de su engaño—. Olvídalo. —Se quiso levantar, pero el fuerte golpe que la mayor dejó caer en la mesa la detuvo.

—¿Acaso te di permiso de levantarte? —Mina la observó, molesta.

—¿Necesito de tu permiso para ir a nuestra habitación? —Mantuvo su dura actitud.

—Estamos almorzando juntas, Mina. Tanto te quejas de que solo te busco para tener sexo, pero cuando quiero pasar tiempo contigo quieres irte. Amas que te trate mal. —La más pálida rio de forma sarcástica, no podía creer el descaro de Momo.

—Eres tan cínica... —Escondió su rostro detrás de sus manos—. Vete.

—Hoy es domingo, Mina. No tengo clases. —Bufó—. Además, no puedes correrme de mi propia casa. No seas ton-

𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘝𝘦𝘯𝘰𝘮 𝘔𝘪𝘔𝘰 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora