𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘝𝘦𝘯𝘰𝘮 𝘔𝘪𝘔𝘰 [+18]

Acto 7: Promesa

Han pasado dos meses desde que me fui de Kioto, dejando a Nayeon allí, y dejando a mi corazón roto en mil pedazos.

La convivencia con mis padres se mantiene normal. Siempre han sido buenos, y lo aprecio mucho. Mamá se mete a la cama conmigo cuando sabe que estoy mal, abrazándome hasta que el sol sale, tal y como cuando era una niña pequeña.

Pasé mi cumpleaños en completo silencio, le dije a mi padre que no quería fiestas, ni pasteles, ni nada por el estilo, simplemente estar con ellos me hacía sentir infinitamente mejor, aunque no supieran mi sufrimiento interno.

Hice videollamada con mi linda Sanashine, sigue igual de cachetona y tierna como siempre. Se encuentra estudiando medicina, creo que se especializará en pediatría, le irá muy bien. Sana ama a los niños, y los niños aman a Sana.

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—Madre, ya que saldrás, ¿podrías traerme unas Oreos? —Entro a la habitación de mis padres cuando intuyo que mamá está preparándose para salir.

—¿Más? —Afirmo— Pero si ayer te compré un paquete entero, Myoui Mina. —Pone sus manos en su cintura y me siento regañada.

—Es que tenía ansiedad, y me las comí en la noche. —Ella bufa.

—Estos jóvenes de ahora y sus problemas de ansiedad... Sí, cariño, las traeré. —Pasa a mi lado y deja un beso en mi frente.

—¡Uh, y trae leche! —Se gira para mirarme con los ojos entrecerrados—. Anoche se acabó. —Rueda los ojos y se marcha.

Camino hasta mi recamara y enciendo mi laptop, entrando a la página de WebToon para leer algo, hace un rato que no me doy el tiempo de leer nuevas novelas.

—Oh, esta no la he leído. —Hago clic en una llamada Lilith. Se me hace un poco conocida, pero creo que nunca le tomé importancia—. ¡¿Tiene 92 capítulos?! —Pienso brevemente—. Tengo mucho tiempo libre ahora, así que. —Entro al primer capítulo.

Me enfoqué como nunca antes con alguna otra novela que haya leído. Empecé por la mañana, y ahora, viendo el reloj, ya serán las 9:00 p.m.

Y después de más de doce horas leyendo casi consecutivamente, logré terminarla. Creo que... me identifiqué con Jaehee en muchas ocasiones, y si ustedes conocen ese manhwa, sabrán que no es algo bueno.

—¡Hija!

—¡Mamá! —Casi dejo caer el dispositivo al suelo por el gran susto que mi progenitora acababa de provocarme—. ¡¿Por qué no tocas antes?!