"Pensé que conocía el concepto del dolor; el dolor de un golpe, un hueso partido... El dolor de un corazón roto. Pero ahora es como si estuviera sumergida en las aguas del río Estigia, sintiendo la pena de cada alma colérica atrapada allí.
Una aflicción constante y desgastante que no desaparece con nada. Solo soñar me hace sentir... no bien, ¿Qué podría decir entonces? ¿Menos miserable? Aún así, aquél dolor punzante me despierta, para seguir siendo su esclava...
¿Qué podía hacer? Nada.
Detente...
Suplico una y otra vez.
Cada día despierto rogando a Dios que cumpla alguna de mis peticiones... "Llévate el dolor, o llévame a mí contigo."
¿Cómo siquiera se describe el dolor de un alma rota...?
Ni mi cuerpo ni mi ser pueden más con esto. Ten un último acto de misericordia, haz algo. Ven a por mí, antes de que sea yo quien decida cómo terminar con mi eterna agonía."
Eran esos mis pensamientos las primeras semanas. Cuando al moverme, todo, absolutamente todo me dolía. Ahora, gracias a los cuidados de Nayeon, al menos puedo mirarme al espejo sin sentir vergüenza.
—Minari, traje la cena. —Escucho la dulce voz de Nayeon llamándome mientras entra al departamento.
Me levanto de la cama, paso a paso, hasta llegar a la sala. Lugar en donde está la atractiva mujer sacando la comida de varias bolsas de comida china.
Le doy una sonrisa cansada antes de dirigirme a la nevera y sacar unas botellas de Coca-Cola.
—Mina, sabes que te quiero, pero préstame atención cuando te digo esto —Se acerca, toma mi rostro entre sus grandes manos y besa mi frente—, si no te mata la tristeza con la muerte de Tony Stark, te matarán las piedras en el riñón por tomar tanta Coca-Cola. —Río de forma corta y me siento frente al mueble para empezar a comer.
En los últimos cinco meses, mi rutina se ha basado en: llorar, sentirme miserable, discutir con Nayeon, luego disculparme por sacar a colación temas que ya hablamos, temas por los que se ha disculpado incontables veces.
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𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘝𝘦𝘯𝘰𝘮 𝘔𝘪𝘔𝘰 [+18]
FanficLa historia detrás de la relación entre Mina y Momo en Never Say My Name. "Ella era el pecado en persona, era como una droga, la más fuerte, cara y adictiva que pueda existir. Un veneno que no mata de inmediato, sino de esos que te deja en agonía du...