Mi niño.

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Capitulo 4:

Al principio fue confuso. Conocer a una persona de esa forma no era algo normal. Eso era claro.

Tal vez pude maldecirte mentalmente más de la cuenta. Y no estoy arrepentido de haberlo hecho.

Sin embargo de haber sabido lo que planeabas te habría apuñalado esa misma noche.

Lástima que solo era niño.

Un niño tonto.

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Habían pasado muchos años de espera. Anhelando algo imposible. Algo que jamás podia ser real.

Lo peor de todo es que se que me lo busque.

Jamás podría olvidar la cantidad de veces que pensé que podría lograr llamar su atención y aunque fuera sencillo para todos. Para mi jamás lo fue.

Porque había algo con lo que jamás podría competir.

Un niño lloraba en la cuna de una mansión. El pequeño azabache movía sus manos de lado a lado mientras sus llantos eran erróneos y fuertes.

Uraume camino en silencio y sostuvo el borde de la cuna. Cargo el niño de ojos verdes esmeralda. El cual movió sus dedos y dejó de llorar ante el contacto.

Uraume tenía una mirada fría. Sin embargo el bebé pudo ver algo más allá de eso. Pues puso sus dedos en su cara. Sacándole un suspiro de sorpresa al monje que le cargaba.

Los ojos rosas del beta se iluminaron con asombro. Movió su cabeza y busco observar algo en específico del cuerpo del menor.

Una marca en su cintura resaltó. Uraume sonrío para si mismo y saco un collar brillante de su bolsillo.

Con cuidado dejo al niño en la cuna. Este no se movió, solo miraba el collar con confusión y un brillo en sus ojos.

—¿Es lo correcto?

El monje se volteó hacia la mujer azabache que tenía una mirada desconfiada. Uraume acercó el collar más hacia el pequeño Megumi.

—Si quiere que usted y su reino sigan como están. Es la única forma. Estarán bien por varios años.

El collar cayó en su cuello. El brillo que emití de forma diferente llamo la atención del menor. Sin embargo sus manos pequeñas no sabían agarrar el objeto. Su madre miraba su reacción con una mezcla entre culpa y miedo.

—¿Y cuando cumpla los 16?

Uraume comenzó a caminar de vuelta afuera. Se detuvo un segundo para responder.

—Fui claro con la aclaración.

La Omega puso su mano en la cara de su hijo. Este seguía tratando de agarrar el collar sin entender nada de lo que pasaba..

La mujer aguanto lágrimas en sus ojos. Se volteó hacia el monje con una expresión dolorosa.

—¿Que hay de Satoru?

Uraume penso en ignorarla. Pero el peso de sus sollozos comenzaban a molestarle. El brillo del collar ceso cuando Megumi se quedo dormido. Entonces respondió antes de irse.

Born again [Sukufushi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora