Born again [Sukufushi]

Epílogo.

No tengo nada más que decir.

Gracias por conocer mi historia.

Gracias por apoyarme hasta el final.

Y perdónenme por haberlo traicionado.

A todos.

｡☆✼★━━━━━

—Megumi. ¿Estas bien?

El Omega salió corriendo de allí. Busco con rapidez una ventana. Sus pies se movían débilmente sin mucho sentido. Corrió para abrirla de forma rápida.

—Megumi, vuelve aquí.

El Omega con lágrimas en su ojos trato de abrir las ventanas con fuerza. No tuvo resultado. Sukuna se quedó en el marco de la puerta esperando que se calmara. Pronto este se sentaría en el suelo sintiendose todo agobiado y vulnerable.

Sukuna lo ayudo a sentarse. Sus piernas temblorosas le fallaron. Cuando lo sentó se quedó viendo como sus lágrimas caían con fuerza. Ryōmen arruyo al pequeño Omega y lo baño con sus feromonas que ya parecía reconocer. Megumi tembló en sus brazos.

—Que...que fue lo que...

—Ya lo sabes cariño. Te he traído a la vida. Mi pequeño.

Sus labios resecos se abrieron. La confusión lo golpeó, miro a la ventana con ansiedad.

—¿Por que no quieres que vea afuera?

—Porque no es bueno para ti en ese momento, la luz del sol afectará tus cicatrices.

Megumi suspiro tembloroso. Toco sus cortadas y trago profundo. ¿Como era que estaba vivo? Millones de preguntas llenaban su cabeza no era capaz de entenderlas del todo.

—¿Donde están todos?

—¿Todos?

—¡Si! ¿Donde esta? ¿Donde esta mi hermano? U-Uraume...¡Yuuji! mamá...

Sukuna bajo la cabeza respondiendo por si solo. Megumi apretó sus ojos y siguió llorando.

—Tienes que calmarte...no puedo explicarte las cosas si no vas despacio...

—Mi hermano está muerto...el...está...

El ave entro por la puerta. Megumi levantó su mirada con fuerza. Lloro más fuerte cuando atrapó al ave y la abrazo con mucha fuerza mientras está chillaba.

Sukuna acaricio el cabello de su pequeño chico, parecía que en cuestión de segundos terminaría estallando.

—Sigueme. Meg.

Megumi dejo al ave y como la mano de Sukuna. Esta se veía mucho más grande de lo que recordaba.

Se dejó llevar por el calor familiar, se sentía muy controlado. No sabía si era la luna. El tiempo dormido, las feromonas, la luna o el pinche collar pero ahora en lo único que podía pensar era en su hermano.

—Pense que te perdía.

Megumi levantó el rostro para mirar al alfa.

—Tuve que hacer muchas más investigaciones. Incluso tuvo que ir a prados muy lejos del clan. Geto cuido de ti todos los meses que me ausente.

—¿Realmente lo hizo?

Megumi abrió los ojos cuando abrieron la puerta de una habitación, mostrando a Satoru inconsciente en la cama mientras el azabache limpiaba su rostro con cuidado.