Born again [Sukufushi]

Te amo, hermano.

Capitulo 8:

Te amo, hermano.

Te amo desde que naciste. Te amo por que siempre he sabido ver lo que hay en tu corazón, lo hermoso que eres por dentro y por fuera. El miedo que me genera perderte.

Y a la vez. Te odio tanto.

Porque me siento tan egoísta de pensar que nunca...

Seré como tú.

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Megumi cayó de rodillas al ver aquella escena. Las lágrimas cayeron por si solas al suelo con fuerza. Ignorando todo a su alrededor. Sus lágrimas saladas llegaron al suelo con una mezcla de emociones que no pudo entender de inmediato.

La sangre goteaba con un sonido constante. La respiración entre cortada de su hermano estaba simultáneamente sincronizada con las lágrimas que escurrian por sus ojos azules brillantes. Sus alas tenían un tono carmesí por la sangre.

El cuchillo en las manos de Satoru temblaba. Su pulso era tan malo, Megumi volteó su mirada hacia el cuerpo, al parecer sin vida de su padre. Su brazo goteaba la sangre que salía de su pecho. El cuchillo parecía clavarse más con cada segundo que pasaba. La presión era terriblemente constante, como si quisiera atrevesarlo.

Megumi observó el cuerpo de su hermano. Estaba desnudo encima de su padre. Una manta cubría su cintura para abajo. Sus ojos comenzaron a apagarse cuando sacó el cuchillo de su cuerpo.

Sus manos fallaron y el cuchillo termino en el suelo.

Sus manos seguían temblando. Megumi se acercó con miedo, trato de tocar el hombro de su hermano el cual tenía la mirada perdida.

—¿Satoru...?

Este apretó sus manos y se levantó de allí. Sus alas cubrieron su cuerpo lastimado. Megumi se acercó y con manos temblorosas toco el cuello de su padre buscando un pulso que ya no existía.

Satoru seguía llorando totalmente consternado por que acaba de hacer. Soltó un suspiro frío. Sus propias alas lo apretaron

Se acabó.

Al fin, solo acabo.

Megumi miro a su hermano un poco más. Unas imágenes parecieron lastimar lo que vendrían siendo sus ojos. Mostrando muchos acontecimientos muy rápidos que no supo explicar.

Pero algo si estaba seguro.

Ahora lo entendía.

—¡Hermano! ¡Hermano! ¿Que tienes allí?

Satoru de 10 años se rió para cubrir su cuello con una mano y hacerle cosquillas a su hermano pequeño. Megumi se revolvió entre risas olvidando lo que realmente quería preguntar.

—Satoru y yo tenemos que hablar de algo importante, son cosas de mayores, Megumi.

El azabache Omega hizo un gesto de molestía. Satoru le dedicó una sonrisa dulce antes de que cerraran la puerta.

—¿Donde está Satoru, mamá?

La señora Fushiguro cargo a su pequeño y comenzó a peinarlo en la cama.

—Esta en la habitación de tu padre. Están ocupados.

—¡Yo quiero jugar con el!

—Cuando acaben le diré que venga a verte. ¿Te parece?