El heredero del trono

Nuevo rey búho.

Awsx sale de su habitación, luce la corona que lleva en su cabeza con orgullo. Se muestra serio, y sin fijarse en nadie ni nada, baja las escaleras hasta la última planta. Azcryh lo ve y sonríe, se acerca a él para darle un abrazo fuerte.

_Hijo mío, que bien que ya estés levantado.

_No podía dormir más ayer fue un día intenso. - Le responde devolviéndole la sonrisa.

_Awsx, ahora eres el rey, ya nadie se atreverá a tocarte.

_Tampoco podían antes.

_Pero ahora menos todavía.

_Se me hace raro tener esta corona.

_Te acostumbrarás a ella.

Mientras tanto en Inwayno, están reunidos Fhengin, Adrián, Joseph, Elijah, Anwen, Nathaniel, y Shenne.

_¿Cómo ha podido pasar? - Pregunta Sshell enfadado.

_No lo sé todos estábamos ahí luchando. - Le responde Adrián.

_Y ahora mi hijo está desaparecido, de puta madre.

_Tranquilo, no pierdas los nervios. - Dice Anwen, intentando darle apoyo.

_Anwen. - Le dice mirnsdola fijamente.

_¿Si?

_¡¿Tienes idea de lo que significa tener un hijo?! ¡¿Tienes acaso idea de lo que significa saber que existe y no poder ni verlo?! - Le pregunta gritando.

_Yo no...

_¡No le hables así! - Le grita Adrián, interrumpiéndola.

_¡Tú no me grites!

_¡Silencio! - Ordena Fhengin, dando un golpe con una vara de hierro de fuego.

Todos obedecen y la miran.

_¿Qué es eso que llevas? - Le pregunta Nathaniel

_Una vara de hierro de fuego. - Le responde ella muy seria.

_¿Y esa bola que tiene encima?

_Es una bola de energía neutra.

_¿Como que neutra?

_Ni oscura ni blanca.

_Ah.

_¿Cómo estás Fhengin? - Le pregunta a Joseph.

_Recuperándome.

_Lo siento, lo que pasó no debió pasar.

_Pero pasó Sshell, pasó.

_¿Qué te pasó a ti?

_Que mataron a Drewsher, bueno, se sacrificó. cuatro búhos me atacaron con fuerza, su energía tóxica me nubló la vista y fue cuando me atacaron aún más fuerte. Tengo el cuerpo hecho polvo.

_Lo siento mucho. - Dice Elijah.

_Esta noche será el entierro.

_¿Cómo... Como esta...

_¿El? Jodido, ¿cómo querés que esté después de todo?  No sabía que ella tenía sentimientos por el.

_Te acompañaremos esta noche. - Dice Joseph.

_No hará falta, gracias.

Todos la miran, ella les clava la mirada, sin decir nada, está en completo silencio.

_Déjanos ir, lo único que queremos es apoyarte.

_Es mejor que no vayáis.

_¿Por qué? - Pregunta Anwen.