La corona elige a su heredero.

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Adrián camina nervioso, no deja de pensar en las imágenes de ese ser, de su trono y de los dos halcones que había en el. Ve pasar a los demonios a su lado, pero no les dice nada, es como si no estuvieran. Ellos se extrañan al ver que no dice ni una palabra, pero siguen su camino sin importarles.

Los golpes en las puertas lo despiertan de sus pensamientos, utiliza sus poderes para abrirlas, Elijah está tras ellas. Entra y saluda, Adrián vuelve el saludo.

_¿Qué es lo que te pasa? - Le pregunta seriamente.

_Estaba dándome un baño y unas imágenes me han venido a la cabeza.

_¿Qué clase de imágenes?

_Era un ser fantástico como nosotros, pero muy diferente. No se cómo explicarte, su aura es muy distinta, es más poderoso que nosotros, de eso estoy seguro.

_¿Y no sabes quién es?

_Para nada, solo tengo esas imágenes.

_¿Es más peligroso que nosotros también?

_Muchísimo más.

_No sé qué decirte, es la primera vez que me dices algo así.

_Es que es la primera vez que me pasa.

_¿No puedes usar tu magia para encontrarlo?

_Lo he intentado todo, no hay manera de dar con él, es como si no existiera.

_¿Cómo puede ser?

_Si lo supiera ya lo sabrías.

_Y dices que es más fuerte y peligroso que nosotros, ¿es de Dark Fairyland?

_¡Pues claro! Pero no sé de qué parte habrá salido.

_Si tan seguro estás de todo lo que dices, espero que no sea un enemigo.

En el Oeste, Nathaniel está tomando café de naranja, cuando de repente nota un fuerte pinchazo en la cabeza, el café se le cae al suelo. Le llegan imágenes de este nuevo ser misterioso, se queja de dolor, y no sabe cómo pararlo. Una mujer escucha sus quejas y ruidos bruscos, no tarda en ir hacia el sin pensárselo.

_¡Mi señor! ¿Qué le pasa?

_N-no te preocupes Adueh, estoy bien. - Le dice con voz cansada.

_Cuénteme, voy a prepararle la cama, debe descansar.

_Lo que necesito no es descansar, lo que necesito es que al príncipe y los reyes los avises.

_¿Para que vengan?

_Si, es una emergencia.

_Muy bien.

Ella se marcha, se monta en un tigre blanco enorme, se dirige hacia Inwayno rápidamente. De mientras, Nathaniel está tumbado en su cama, intenta relajarse y dormir pero no lo consigue, en las imágenes de ese ser vuelven una y otra vez a su cabeza. Agobiado, no para de dar vueltas en la cama sin poder dormir ni descansar al menos, ese der fantástico misterioso lo tortura. En Inwayno, Adueh acaba de poner los pies en tierra, las bestias le gruñen y quieren atacarla, pero con su presencia hace que no lo hagan. Las puertas se abren cuando se acerca a ellas, entra decidida, Adrián sonríe desde su trono mientras la ve llegar.

_Bienvenida, ¿qué puedo hacer por ti?

_Gracias rey diablo. Por mi no, por mi señor Nathaniel.

_¿Nathan? Cuéntame, pero antes toma algo, no es bueno hablar con la boca seca.

_Oh, no hace falta, gracias. Él está muy mal, me ha dicho que le avise para que vaya, es una emergencia.

_¿Y sabes él por qué está tan mal?

El heredero del tronoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora