capítulo 19 voces del pasado

22 0 0
                                    

La brisa primaveral mecía suavemente las ramas de los árboles mientras Ryu caminaba por el parque cercano a su casa.

Inhaló profundamente, disfrutando de la tranquilidad del día soleado. Había retomado su rutina normal hace tres años, dedicándose por completo a sus estudios universitarios de literatura.

Y sin embargo, no podía evitar sentir que algo faltaba en su vida. Un vacío persistente que ninguna de sus actividades cotidianas llenaba por completo. A veces, cuando miraba al cielo nocturno, tenía la extraña sensación de que debería estar en otro lugar.

Sacudiendo la cabeza, Ryu desechó esos pensamientos inquietantes una vez más. Era una hermosa mañana y debía concentrarse en terminar su ensayo final. Se sentó en una banca del parque y abrió su cuaderno, preparándose para escribir.

De repente, una ráfaga de viento azotó las páginas, casi arrancándolas de sus manos. Ryu luchó por retener el cuaderno, pero una ráfaga aún más potente lo hizo soltar el agarre. Las hojas salieron despedidas, dispersándose a su alrededor en un torbellino de papel.

"¡No, mi ensayo!" exclamó Ryu, poniéndose de pie de un salto.

Pero entonces, algo extraordinario sucedió. Las páginas dispersas no cayeron al suelo como era de esperarse. En su lugar, comenzaron a girar y arremolinarse en un remolino ascendente de hojas danzantes, formando una espiral que se elevaba cada vez más alto.

Ryu observó con creciente asombro cómo las palabras de su ensayo cobraban vida de una manera imposible, envolviéndose en un torbellino de energía mágica. De repente, las páginas estallaron en un resplandor cegador, obligándolo a cubrirse los ojos.

Cuando el resplandor se desvaneció, Ryu parpadeó con incredulidad. Su amado parque había desaparecido por completo, reemplazado por un vasto y desolado paisaje rocoso que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Nubes de ceniza oscura teñían el cielo de un tono enfermizo, y a lo lejos se alzaban las ruinas humeantes de lo que una vez fue una gran ciudad.

"¿Qué... qué está pasando?" murmuró Ryu, su voz ahogada por el temor.

Una repentina ráfaga de viento barrió el páramo, trayendo consigo un susurro espectral que le heló la sangre en las venas.

"El Héroe del Dragón..."

Ryu se estremeció, mirando frenéticamente a su alrededor en busca del origen de esa voz sibilante. Pero no había nadie más allí.

"¿Quién está ahí?" llamó con valentía, aunque sus manos temblaban.

El susurro regresó, esta vez más fuerte. "Despierta... Recuerda..."

Imágenes comenzaron a desfilar en la mente de Ryu. Fragmentos de lo que parecían ser recuerdos olvidados, demasiado rápidos y confusos para captar su significado. Vio rostros desconocidos, paisajes exóticos, criaturas que desafiaban la imaginación. Y en el centro de todo, una chispa de poder ardiente que resonaba en lo más profundo de su ser.

Ryu se llevó las manos a la cabeza, sacudido por el torbellino de visiones y voces que lo asediaban sin piedad. De repente, un símbolo brillante en forma de dragón apareció en su pecho, irradiando un calor abrasador que lo hizo gritar de agonía.

En algún lugar lejano, una voz conocida lo llamó desesperadamente. "¡Ryu! ¡Ryu, resiste!"

La conexión se quebró y Ryu se encontró de vuelta en el parque, tendido en el suelo y respirando agitadamente. Su ensayo yacía disperso a su alrededor como si nada hubiera sucedido. Se sentó lentamente, aturdido y confundido por lo que acababa de experimentar. ¿Había sido sólo un sueño? 

Pero entonces, un destello captó su atención en su mano. Ahí, grabado en su palma, descansaba el mismo símbolo de dragón que había ardido en su pecho durante la visión.

Un sudor frío recorrió su frente mientras observaba la marca, aterrado e intrigado a partes iguales. ¿Qué significaba esto? ¿Quién lo había llamado? Tenía la incomible sensación de que este no sería el último encuentro con esas visiones desconcertantes. Algo, o alguien, estaba tratando desesperadamente de comunicarse con él.

La pregunta era: ¿Estaba preparado para escuchar lo que tenían que decirle?

Sacudido hasta lo más profundo, Ryu reunió sus cosas y se apresuró a regresar a casa. Pero las palabras susurrantes permanecieron grabadas en su mente, tan persistentes como la marca en su palma.

"Despierta... Recuerda..."

Fin del capítulo.

Ryu El Rey De Los Isekais. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora