capitulo 22: sacrifio eterno.

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El aire estaba cargado de tensión mientras las fuerzas de la luz y la oscuridad se enfrentaban en los campos de batalla cerca del castillo. Ryu blandió su báculo mágico, canalizando un rayo de energía que derribó a varios esbirros de la maligna Corvina.

"¡Mantengan la formación!" gritó Ryu a sus aliados, su voz resonando por encima del estruendo de la batalla. "¡Debemos detener a Corvina antes de que sea demasiado tarde!"

A su lado, Yue disparaba flechas certeras con su arco, protegiéndolo mientras él se concentraba en sus poderosos hechizos. Trabajaban en perfecta sincronía, complementándose el uno al otro como siempre lo habían hecho, leyendo los movimientos del otro con una facilidad nacida de años de confianza inquebrantable.

"¿Esto es lo mejor que puedes hacer, Corvina?" Yue la desafió con una sonrisa desafiante, soltando una lluvia de flechas que derribó a una horda de esbirros acercándose. "¡Hemos luchado batallas más difíciles que esta!"

Einion y Satoshi se unieron a ellos, empleando sus propias habilidades mágicas para repeler las fuerzas oscuras. En ese momento, un estruendo sacudió el campo cuando Corvina apareció en lo alto de una colina, su rostro retorcido en una mueca de furia.

"¡Insectos insignificantes!" Grito, levantando su cetro oscuro. "¿Creen que pueden detener mis planes tan fácilmente? ¡Contemplen el verdadero poder de la Oscuridad!"

Con un gesto, invocó una ola de energía maligna que barrió todo a su paso. Ryu rápidamente conjuró un escudo protector sobre sus aliados mientras la oscuridad arrasaba a su alrededor, creando un domo resplandeciente que los protegió del embate.

Cuando la ola de energía se desvaneció, la Princesa Hilde se puso de pie, sacudiéndose el polvo de su vestido real. "¡Es demasiado poderosa!" Exclamó, mirando con preocupación a Ryu. "¡Debemos encontrar una manera de inutilizar su cetro!"

Ryu asintió, pensando frenéticamente mientras mantenía el escudo mágico. De repente, recordó un hechizo antiguo que Einion le había enseñado, uno capaz de neutralizar los artefactos oscuros. Era arriesgado, pero era su única esperanza.

"Escúchenme todos," dijo en voz alta, captando la atención de sus compañeros. "Intentaré un hechizo que podría despojar a Corvina de su cetro, pero necesitaré que me cubran. Mantengan a raya a sus esbirros mientras me concentro."

"Lo haremos," dijo Yue con determinación, apretando su arco con fuerza. "Ten cuidado, mi amor."

Cerrando los ojos, Ryu comenzó a recitar el complicado cántico arcano. A su alrededor, sus amigos luchaban ferozmente para mantener a raya a los esbirros de Corvina mientras él se concentraba. El aire comenzó a cargarse de energía estática, haciéndole erizar la piel.

De repente, Corvina notó lo que estaba haciendo y sus ojos se abrieron con furia. "¡No, no lo permitiré!" Grito, lanzando un rayo oscuro directo hacia Ryu.

"¡Ryu, cuidado!" Gritó Yue, interponiéndose en la trayectoria del ataque sin dudarlo.

El rayo la golpeó de lleno en el pecho, arrojándola al suelo con un grito desgarrador. Ryu abrió los ojos justo a tiempo para verla caer, con una mancha oscura esparciéndose por su armadura.

"¡NOOOO!" El grito desgarrador brotó de su garganta mientras corría hacia ella, perdiendo su concentración por completo.

Se arrodilló a su lado, su corazón amenazando con detenerse al ver la herida mortal que había sufrido. "¡Yue, resiste! ¡No me dejes, por favor!"

Pero para su alivio, ella abrió los ojos lentamente, mirándolo con una débil sonrisa a pesar del dolor. "Estoy bien, mi amor. No te preocupes por mí."

"¡Iré por un sanador inmediatamente!" Exclamó Ryu, sus ojos llenos de desesperación.

Yue negó con la cabeza débilmente. "No hay tiempo. Debes terminar lo que empezaste. Debes detener a Corvina..."

"¡No puedo perderte!" Sollozó Ryu, tomando su mano con fuerza. "No después de todo lo que hemos pasado. Eres la razón por la que sigo luchando."

Ella apretó su mano con las pocas fuerzas que le quedaban. "Y es precisamente por eso que debes seguir adelante. Por nuestro futuro, por el futuro de todos." Tosió, su voz apagándose. "Acaba con ella... y entonces podremos estar juntos para siempre."

Ryu la miró con agonía en sus ojos, sintiendo que su corazón se partía en dos. Pero sabía que tenía razón. Con un esfuerzo supremo, dejó su lado y se puso de pie, enfrentando a Corvina con una mirada de furia implacable.

"¡Esta es la última vez que me arrebatas algo precioso!" Bramó, su voz retumbando con el poder del Héroe del Dragón. "¡Hoy termina tu reinado de oscuridad!"

Corvina retrocedió, sus ojos muy abiertos de temor ante la aplastante fuerza que emanaba de Ryu. Invocó a sus esbirros restantes, pero Ryu los barrió con un simple gesto, canalizando todo su poder en un ataque definitivo.

Un rayo de luz pura estalló de su cuerpo, impactando contra Corvina con una fuerza implacable. Ella lanzó un grito desgarrador cuando su cetro se hizo añicos y su energía oscura fue consumida por completo.

Cuando el resplandor se desvaneció, Corvina había desaparecido sin dejar rastro. Ryu cayó de rodillas, agotado por el esfuerzo supremo requerido para vencerla. Einion y los demás se apresuraron hacia él, con rostros aturdidos ante el shock.

Ryu apenas los registró, su atención enfocada únicamente en Yue. Corrió a su lado, tomando su mano inerte en la suya. "¡Aguanta, mi amor! ¡Te llevaré con un sanador!"

Para su alivio, ella abrió los ojos nuevamente, dedicándole una mirada de amor infinito. "Lo lograste, Ryu. Gracias a tu valentía, el mundo está a salvo."

"Pero a qué costo..." Susurró él, acariciando su mejilla con lágrimas en los ojos.

Yue sonrió débilmente. "Un costo que pagaría una y mil veces más, por ti. Pero no temas, mi héroe... esta no es el final para nosotros."

Ante los ojos atónitos de todos, una suave luz comenzó a brillar alrededor de Yue. La oscuridad que la envolvía se desvaneció lentamente, reemplazada por un resplandor curativo.

"N-No lo entiendo..." Balbuceó Ryu, observando con asombro cómo la herida mortal de Yue comenzaba a sanar. "¿Cómo es posible?"

Yue le sonrió con ternura. "Nuestro vínculo es inquebrantable, Ryu. Vas más allá de esta vida terrenal. Al derrotar a Corvina, has desatado la energía de nuestra conexión eterna."

A medida que el resplandor se desvanecía, Yue se puso de pie lentamente, tan sana como antes. Ryu no pudo contener las lágrimas de alivio que corrían por sus mejillas mientras la abrazaba con fuerza.

"Creí que te había perdido," susurró, aferrándose a ella.

"Nunca," respondió Yue con suavidad, acariciando su rostro con una mirada de devoción absoluta. "Siempre estaré a tu lado, en esta vida y en la siguiente. Nuestro amor es verdaderamente eterno."

Einion y los demás observaban con sonrisas conmovidas, dándoles un momento de intimidad luego de la dura prueba que habían superado. Las fuerzas de la Luz habían prevalecido una vez más, gracias al poder del amor puro e inquebrantable de estos dos.

Mientras Ryu y Yue se miraban a los ojos, sin necesidad de palabras, supieron que aun habían muchas aventuras por venir lo harían juntos, como siempre lo habían hecho. Unidos por un vínculo que trascendía el tiempo y el espacio mismo hasta este momento.

Su amor era, de verdad, eterno.

Fin del capítulo.

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⏰ Última actualización: Mar 26 ⏰

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