No dejes que

118 12 4
                                    

Una vez más estaba furioso, quería hacer pedazos todo lo que hubiera en esa casa, romper, tirar, quemar solo para ver si de esa manera conseguía un poco de atención de Christopher, si de casualidad así notaba toda la rabia que tenía dentro pues no encontraba más solución que la violencia.

Había intentado con todo su amor y devoción antes hacerle ver a su pareja lo que eran, esposos con más de diez años de relación, con deliciosas cenas, cuidando la casa que habitaban como si en ella hubiera un hogar, realmente lo intento hasta cansarse.
Pero esa noche su paciencia se había agotado, solo él estaba intentando salvar su relación.

Si su amor no era suficiente quizás su cuerpo sí, tenía treinta y dos años, aún conservaba una buena figura con horas de ejercicio, tal vez el problema era que en la intimidad la chispa de la pasión se había apagado un poco, que todo era rutinario. Personalmente no le gustaba usar cosas como la lencería femenina, ni experimentar cosas muy extravagantes, pero eso podía ayudar.

Había comprado un traje sencillo, una mini falda, medias de red negras y un escote muy lindo, se los puso, mando mensajes sugerentes y esperó tendido en la cama. La decepción llego junto con su esposo, quien al abrir la puerta del cuarto solo sonrió y paso directo al baño, luego de salir solo le abrazo y susurro “estoy cansado Hyunjin, otro día será”

Ese otro día no llegaría porque Christopher siempre estaba absorbido en su trabajo, tan metido en el como si no tuviera otra vida, olvidaba que estaba casado, olvidaba los aniversarios, regalar flores y afirmar ese amor con palabras. Y Hyunjin estaba tan cansado de eso. Dolido.
No aguantaría más eso, con tanta vida por delante no estaba dispuesto a dejarla ir.

Terminó por quitarse la absurda vestimenta y lo echo todo en la basura, totalmente desnudo se sentía humillado y sucio, el dolor de su pecho comenzaba a ser insoportable dificultándole respirar, estaba odiando su imagen frente al espejo completo

No durmió, en silencio empacó toda su ropa y documentos, termino por hacer tareas de su casa pendientes, hasta el último día ese lugar estaría impecable y para cuando Christopher despertó lo espero con café.

—¿Qué sucede?—preguntó el mayor sentándose, ya se había aseado y estaba lo suficiente despierto para entender lo que vendría, el menor le sirvió una taza de café y se la coloco en frente.

—Divorcio—Hyunjin evitó el contacto visual—Nos vamos a divorciar, yo me voy hoy mismo.

Y aunque su voz se quebrara ya estaba decidido.

—Está bien, ya lo veía venir, adelante puedes irte, no te voy a retener. Dame un momento, te ayudare a sacar tus maletas.—Christopher se levantó y fue al cuarto para ponerse zapatos, Hyunjin solo mordió sus labios para no llorar, pero sus ojos ya estaban húmedos.

Y así todo acabó.

Unos meses después Hyunjin ya tenía contratado un abogado que estaba llevando el proceso de su divorcio y como era por mutuo acuerdo todo estaba marchando muy bien, en otro tiempo más lo llamarían a él y Christopher para firmar el acta de divorcio.
Hyun agradecía mucho a su abogado por todo el apoyo y porque de no ser por él, estría por los suelos por el dolor, no se separó por falta de amor hacia la otra persona en cambio lo hacia por amor propio y dignidad.  Félix, el licenciado, lo había visto llorar y le consoló amablemente, lo recibió en su casa, cálido como el sol.

Fue una sorpresa cuando Félix confeso haber pasado la línea profesional desarrollando sentimientos románticos hacia su cliente, pero Hyunjin que podía hacer, no pudo rechazar a quien había sido tan amable con él y creía que merecía una oportunidad, el abogado era atento, detallista, cariñoso, merecía ese tipo de amor.

Hyunchan, O.S & DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora