4 - Tercera Cita

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⚠️Este capítulo contiene escenas explícitas +18⚠️

El día de mi tercera cita mi mejor amiga llegó a Seúl, no pude ir a recogerla, pues Suga tenía planes desde temprano para nosotros, pero el resto de los chicos me aseguraron que la cuidarían, les envié una fotografía de ella y una vez que había llegado me mandaron una foto de los siete y me sentí más tranquila, ahora sí podría disfrutar de mi cita con Yoongi.

Por la mañana desayunamos en Jeju, fuimos a un lugar bonito, con una vista preciosa y sobre todo solitario, me encantaba, era el lugar perfecto.

Estaba concentrada viendo el mar cuando me sacó de mis pensamientos.

Sg: preciosa - volteé a verlo y me mostró una fotografía que me había tomado.

Tn: ¡oye, la que toma fotos aquí soy yo!

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Tn: ¡oye, la que toma fotos aquí soy yo!

Sg: no, no... no sé si los demás desaprovecharon la oportunidad, pero yo pienso tener recuerdos de este día para toda la vida.

Sus palabras me hicieron feliz, hasta el momento los 3 chicos con los que había salido eran todos unos caballeros.

Por la tarde recorrimos algunos lugares de Jeju que a él le gustaban, que básicamente eran lugares altos donde podíamos admirar las preciosas vistas.

Cuando casi anochecía regresamos a Seúl, donde su equipo de seguridad nos esperaban para llevarnos a un evento al cual acompañaría a Suga y si el plan de las citas no fallaba el evento al que Yoongi se refería sería un partido de básquetbol.

Entramos con ayuda del equipo de seguridad, había demasiada gente intentando llegar hasta Suga y él me tomaba de la mano para que no me alejara, ahí confirmé que de verdad a Yoongi le interesaba poco lo que la gente dijera de él porque no tuvo miedo a que se hiciera un escándalo por llegar de la mano de una completa desconocida, que además evidentemente no cumplía con los estándares de belleza coreanos, y probablemente de ningún lugar del mundo en realidad o al menos es lo que yo creía, pero a él no le importó.

Exactamente igual que con Jin y Namjoon no entendía nada de lo que pasaba, elegí los peores escenarios para mis nulos conocimientos, pero Suga amablemente me explicaba cada jugada y a quién debía apoyar, me tenía demasiada paciencia y se reía cuando lo veía con una ceja levantada porque no había entendido nada.

En algún momento en que hubo un descanso, del que no sabía si se llamaba medio tiempo como en otros deportes o de alguna otra manera, le tomé una fotografía para guardar en mis recuerdos.

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