Así es como todo inicia...
La Universidad Nacional de Trujillo estaba llena de vida. Los estudiantes se apresuraban de un lado a otro, los profesores discutían en los pasillos y el aire estaba lleno de la energía de un nuevo semestre. En medio de todo esto, dos estudiantes se preparaban para su primer día de clases.
Carlos, un estudiante de ingeniería, estaba nervioso. Había estudiado duro en la I.E de Shita, luego en varias Academias pre universitarias para poder entrar en la universidad y ahora que estaba aquí, se sentía abrumado. Miró a su alrededor, tratando de encontrar su aula entre el laberinto de edificios.
Por otro lado, María, otra estudiante de ingeniería, estaba emocionada. Siempre había soñado con ser ingeniera y ahora estaba a un paso de hacerlo realidad. Caminaba con confianza por el campus, con su mochila llena de libros y su corazón lleno de esperanza.
Por casualidad, ambos llegaron al mismo tiempo a la biblioteca. Carlos, buscando un lugar tranquilo para estudiar, y María, buscando un libro para su primera clase. Sus ojos se encontraron por un momento y algo chispeó entre ellos. Fue un encuentro breve, pero suficiente para dejar una impresión.
—Wow! Que linda es aquella chica, tiene una hermosa sonrisa y encantadora mirada, dijo Carlos en su mente mirando de reojo a María.
—Debe ser muy popular, es muy atractiva, suspiró y se sentó en una silla en el fondo de la biblioteca.
Carlos se sintió atraído por la energía de María. Había algo en su sonrisa y en su mirada que le daba esperanza. Por su parte, María se sintió intrigada por Carlos. Había una seriedad en sus ojos que le decía que había más en él de lo que aparentaba.
—Quién será ese chico tan guapo y tan callado, pensó María llena de curiosidad y con una mezcla de sonrisas y miradas en su rostro.
Pasó unos minutos, y no había ningún intento de Carlos por acercarse a María a hablarle.
María esperaba con ansias a que Carlos se acercara y lo hablara, pero nada, Carlos se había sumergido profundamente en su libro que no alzaba ni sus pestañas.
—Creo que no capto su atención, pensaba María mientras seguía buscando un libro para leer.
Carlos, por su parte, ya se había concentrado lo suficiente para leer su libro, pero en un movimiento de su cabeza, volvió a ver a María, está vez nació aún más la atracción que tuvo por María hace un momento.
—Cómo quisiera hablar con ella, pensó Carlos suspirando, es realmente hermosa.
Así, ambos continuaron con su día, pero el encuentro se quedó con ellos. En medio de las clases, los estudios y la rutina, ambos se encontraban pensando en el otro. ¿Quién era esa persona? ¿Por qué no podían sacarla de su cabeza?
Esa noche, mientras estudiaban en sus respectivas habitaciones, ambos decidieron que querían saber más. Así que, al día siguiente, volvieron a la biblioteca, con la esperanza de encontrarse de nuevo.
Así, día tras día, entre miradas y suspiros, Carlos y María se encontraban en la biblioteca, pero ninguno decía una sola palabra.
Una tarde, María se encontraba en la biblioteca, rodeada de estanterías llenas de libros. Pues ya era su lugar favorito para estudiar y reflexionar.
Aquella tarde, mientras hojeaba un libro de literatura, escuchó una voz familiar que la hizo levantar la mirada.
Era Carlos, el chico misterioso que siempre parecía estar perdido en sus pensamientos. María había notado su presencia en la biblioteca en varias ocasiones, pero nunca habían cruzado palabras.
Carlos se acercó a la mesa donde María estaba sentada y le sonrió tímidamente. "Disculpa si interrumpo, pero he notado que siempre estás aquí. ¿Eres una amante de los libros como yo?"
María se sorprendió por la repentina interacción, pero no pudo evitar sonreír. "Sí, me encanta sumergirme en las historias y los mundos que los libros ofrecen. ¿Tú también eres un apasionado de la lectura?"
Carlos asintió y se sentó frente a María. "Sí, los libros son mi refugio. Me permiten escapar de la realidad y explorar nuevas ideas y emociones. Además, me gusta escribir mis propias historias".
María sintió una conexión instantánea con Carlos. Ambos compartían una pasión por la literatura y la escritura. Durante horas, conversaron sobre sus libros favoritos, intercambiaron recomendaciones y compartieron fragmentos de sus propias creaciones.
A medida que la tarde avanzaba, María se dio cuenta de que había encontrado a alguien con quien podía ser ella misma. Carlos la entendía en un nivel profundo y parecía ver más allá de las palabras que ella pronunciaba.
El sol comenzó a ponerse y la biblioteca se vació lentamente. María y Carlos se dieron cuenta de que habían pasado toda la tarde juntos, sumergidos en su propia pequeña burbuja de libros y palabras.
—"Ha sido un encuentro inesperado pero maravilloso", dijo María, mirando a Carlos con una mezcla de emoción y timidez. "Me encantaría seguir compartiendo nuestras pasiones y explorando el mundo de la literatura juntos".
Carlos sonrió y tomó la mano de María suavemente. "Yo también deseo lo mismo. Creo que hemos encontrado algo especial aquí, en esta biblioteca llena de historias y posibilidades".
—Sí, pero ya se hizo tarde y tenemos que regresar a casa, dijo María con una sonrisa muy resaltante.
María y Carlos se levantaron de la mesa, con los corazones llenos de emoción y anticipación. Juntos, caminaron hacia la salida de la biblioteca, listos para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas, donde los estudios y el amor se entrelazarían de una manera única y mágica.
—"Hasta mañana María, cuídate" dijo Carlos amablemente.
—"Okey, hasta mañana, fue un gusto hablar contigo", dijo María para luego salir corriendo a su casa
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EL AMOR EN EL EXAMEN FINAL
RomanceEn las aulas de la Universidad Nacional de Trujillo , donde los sueños y las ambiciones se entrelazan con la realidad y la rutina, surge una historia de amor inesperada. Una historia que desafía las leyes de la física, la química y todas las ciencia...