Tras haber recibido aplausos y felicitaciones, Carlos y María se preparaban para su siguiente clase. Sin embargo, mientras caminaban hacia el aula, algo parecía inquietarles.
—María, tengo una extraña sensación en el estómago. No puedo evitar pensar en un error durante nuestra presentación en la que podría haber dado una respuesta incorrecta.
—¿En serio? No recuerdo nada fuera de lugar en nuestras respuestas. Pero, tal vez deberíamos hablar con el profesor para asegurarnos de que todo esté correcto.
Decidieron abordar sus preocupaciones y se dirigieron directamente al profesor García, quien siempre estaba dispuesto a brindar orientación y apoyo.
—Profesor García, tenemos una inquietud sobre nuestra presentación. Creemos que puede haber habido una respuesta incorrecta durante las preguntas y respuestas. Nos preguntamos si podríamos repasar y corregir cualquier error que hayamos cometido, dijo Carlos caminando junto al profesor.
—Carlos y María, aprecio su preocupación por la precisión. Permítanme consultar mis notas para verificar la información. Denme un momento, por favor.
Mientras el profesor revisaba sus apuntes, el corazón de Carlos y María latía más rápido. Una mezcla de nerviosismo y anticipación los invadió.
—“Carlos, María, su investigación fue impresionante, abordaron temas cruciales sobre la ingeniería civil y lo explicaron perfecto, al entrar de lleno a la exposición de su proyecto sobre los puentes también su explicación fue correcta, pero me temo que han interpretado mal los datos de su proyecto. La conclusión a la que han llegado es incorrecta”, dijo el profesor luego de unos minutos.
Carlos y María se quedaron atónitos. Habían trabajado tan duro en su proyecto, y estaban seguros de que habían hecho todo bien. Pero ahora, se daban cuenta de que habían cometido un error en su análisis, lo que había llevado a una conclusión incorrecta.
Se sintieron decepcionados y avergonzados. Habían fallado no solo en su proyecto, sino también frente a toda la clase. Pero a pesar de su decepción, se dieron cuenta de que este fracaso era una oportunidad para aprender y crecer.
En lugar de rendirse, Carlos y María decidieron enfrentar su error de frente. Se disculparon con la clase y prometieron corregir su error.
—Buenos días compañeros, me vuelvo a presentar esta mañana, para comentarles algo sobre nuestra exposición, y es que cometimos un error en nuestro análisis y queremos disculparnos por ello. Nuestro objetivo era presentar información precisa y fundamentada, pero parece que descuidamos algunos detalles importantes, dijo Carlos tomando una pausa, preocupado.
María asintiendo: Es cierto. Reconocemos que nuestro error podría haber llevado a una conclusión incorrecta en nuestra presentación. Nos disculpamos sinceramente por cualquier confusión que haya causado.
El salón se llenó de silencio, sus compañeros se miraban unos a otros, no entendían por qué Carlos y María decían que su presentación tuvo una conclusión incorrecta.
—Carlos, María, es admirable que reconozcan su error y asuman la responsabilidad. Parte del proceso de aprendizaje es cometer errores y aprender de ellos. Sin embargo, es importante ser conscientes de la importancia de la precisión y la exactitud en el campo de la ingeniería civil, dijo el profesor García mirándolos con seriedad.
—Entendemos y apreciamos su comentario, profesor García. Aprendimos una valiosa lección sobre la importancia de la verificación de datos y la doble comprobación de nuestros análisis antes de llegar a una conclusión, dijo Carlos con humildad.
María asintió: Consideramos este error como una oportunidad para crecer y mejorar. Nos comprometemos a tomar todas las medidas necesarias para evitar errores en el futuro y presentar información precisa y fiable.
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EL AMOR EN EL EXAMEN FINAL
RomanceEn las aulas de la Universidad Nacional de Trujillo , donde los sueños y las ambiciones se entrelazan con la realidad y la rutina, surge una historia de amor inesperada. Una historia que desafía las leyes de la física, la química y todas las ciencia...