TIEMPOS DE GRADUACIÓN

22 5 0
                                    

Carlos y María estaban llenos de emoción y alegría después de haber aprobado su examen final y de pasar un fin de semana increíble juntos. Sabían que era el momento de compartir la buena noticia con sus familias, quienes habían sido su mayor apoyo a lo largo de su carrera universitaria.

Decidieron organizar una reunión especial en su hogar, invitando a sus padres y seres queridos para compartir el gran logro que habían alcanzado juntos. La casa estaba decorada con globos y pancartas que celebraban su triunfo como ingenieros civiles.

Carlos y María esperaban nerviosos a que sus familias llegaran. Se abrazaron, recordando todos los momentos difíciles y de sacrificio que habían superado para llegar hasta ese punto. Estaban agradecidos por tener a sus padres, hermanos y seres queridos a su lado en ese momento tan significativo.

Poco a poco, los invitados comenzaron a llegar y la casa se llenó de risas y abrazos. Los padres de Carlos y María se miraban orgullosos de sus hijos, sintiendo un profundo amor y satisfacción al verlos convertirse en profesionales exitosos.

Cuando todos estuvieron reunidos, Carlos y María tomaron la palabra. Sus manos temblaban ligeramente, pero sus corazones estaban llenos de emoción. Comenzaron a contarles a sus familias sobre los desafíos que enfrentaron durante sus estudios, las largas noches de estudio y la determinación que los impulsó a seguir adelante.

—“¡Querida familia!”, exclamó Carlos con una sonrisa nerviosa en su rostro. “Hoy estamos aquí para compartir con ustedes una noticia maravillosa que queremos celebrar juntos”.

María asintió emocionadamente y continuó: “Después de años de sacrificio, estudio intenso y dedicación, ¡hemos aprobado nuestro examen final y nos vamos a graduar como ingenieros civiles!”.

Los padres de Carlos y María se miraron entre sí, con una mezcla de alegría y asombro en sus ojos. Sin embargo, también había una pizca de arrepentimiento en sus miradas.

El padre de Carlos rompió el silencio, con voz temblorosa: “Queridos hijos, quiero ofrecerles nuestras más sinceras disculpas. En medio de su carrera académica, desconfiamos momentáneamente de su amor y compromiso el uno al otro”.

La madre de María asintió, secándose las lágrimas de alegría en su rostro. “Fueron momentos difíciles para nosotros como padres, preocupados por el equilibrio entre su relación y su éxito académico. Pero hoy vemos cuánto han crecido y cuánto se han admirado y apoyado mutuamente”.

Carlos y María intercambiaron una mirada de comprensión y perdonaron a sus padres con un abrazo reconfortante. Sabían que las dudas habían sido producto del amor y la preocupación parental.

La madre de Carlos continuó con voz suave pero llena de emoción: “Estamos orgullosos de ustedes, no solo por haber superado los desafíos académicos, sino también por haber demostrado que su amor es fuerte y verdadero”.

El padre de María tomó la mano de Carlos y María en las suyas y continuó: “Queremos que sepan que siempre estaremos aquí para apoyarlos en cada paso de su vida. Ahora comprendemos que su amor y dedicación el uno al otro solo los ha fortalecido y les ha dado la motivación adicional para lograr sus metas”.

Carlos sonrió, con gratitud reflejada en sus ojos. “Apreciamos profundamente sus disculpas y su apoyo constante. Gracias por estar a nuestro lado a lo largo de este viaje y por siempre creer en nosotros”.

María asintió con cariño y agregó: “Nuestro amor y compromiso han sido la base de nuestra fortaleza en cada desafío que hemos enfrentado. Y hemos demostrado que juntos podemos lograr cualquier cosa”.

Los padres de Carlos y María se abrazaron a ellos una vez más, llenos de un amor renovado y una conexión más profunda con sus hijos. Sabían que habían aprendido una valiosa lección y que su confianza en el amor de Carlos y María era indestructible.

EL AMOR EN EL EXAMEN FINAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora