La Novia Del Mal | Hyunin

Capítulo 17

OCTAVA SEMANA

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Fuerzas para leer este capítulo amistades y recuerden, no es mi obra, no me linchen a mí sjsjsjjsjs

Para ese momento ni siquiera tenía la fuerza suficiente como para levantar la cabeza. Solo estaba tratando de aferrarse a la conciencia en lugar de desmayarse, como lo había estado haciendo repetidamente después de su encuentro con el sacerdote principal.

Llevaba un largo tiempo escuchando esos pasos ligeros y afilados que eran  completamente diferentes de los de los otros novicios de la comunidad. Y por supuesto, Jeongin sabía perfectamente quien era:

"¿Te divertiste?"

"Hyunjin."

El pie del zapato del hombre levantó la barbilla de Jeongin, que estaba tirado en el suelo de su habitación como si no pudiera respirar. Era alto, así que su mirada tuvo que subir muy, muy lejos del punto más cercano a él. Esta situación pareció mostrar brevemente la relación entre los dos. El dominante y el que lo seguía.

Hyunjin se puso en cuclillas frente a Jeongin y sonrió muy ampliamente. No era una expresión de burla total o de enfado, como en otras ocasiones. Era más bien, algo de una naturaleza que Jeongin no podía leer con precisión. Una cosa muy extraña. ¿Estaba contento? Lo pareció por un momento, pero tampoco fue una alegría completa. Tal vez, se estaba regocijando por su caída.

"Hyunjin..."

"¿Sí, mi Jeongin?"

" Ayu- Ayúdame."

Era estúpido pedirle ayuda al diablo pero, lo más absurdo del mundo, era que incluso el mismo Jeongin no sabía que tipo de ayuda estaba pidiendo. ¿Por qué salió una palabra así? Sin darse cuenta, Jeongin estaba hablando con Hyunjin en busca de ayuda o como si quisiera pedirle que hiciera algo con él.

La verdad, era que el diablo siempre lo había hecho sentir muy cómodo. Cuando se conocieron, e incluso ahora.

"¿Quieres ayuda, bebé?"

No.

"Sí..."

"Entonces, primero debemos hacer las cosas a mi manera."

"Ya no sé lo que quiero..."

Era una vocecita que pareció apagarse de un momento para otro pero que Hyunjin escuchó con mucha claridad. El diablo se rió y luego, acarició su cabello sucio y sudoroso. Después de todo, en realidad no le había dejado descansar más que un par de míseras horas.

"Claro que lo sabes. Tú me quieres a mí, porque eres mío. Eres mi lindo sacerdote."

"Yo..."

"Eres mío, Jeongin Yang. Lo has sido desde el inicio y lo serás hasta el final."

¿Lo era? ¿Era de Hyunjin? Después de todo, tal vez era real que un sacerdote tan corrupto como él siempre debió ser suyo. Si no era así, ¿De quién? Se sintió como si fuera un ángel caído.

"Soy tuyo..."

"¿Entonces entiendes que necesitas de una corrección?"

"Sí..."

Mientras el permiso caía de la boca de Jeongin, Hyunjin extendió la mano y la pasó por el largo de todo su cuerpo. El torso de Jeongin, la cintura de Jeongin, que se había ensuciado con sus acciones y su terrible manera de comportarse con los hombres, se volvió limpio de nuevo gracias a su magia. Jeongin nunca había visto un milagro de Dios y por supuesto que todavía creía en él, pero creía más en los milagros del mal.