La chica con la mirada fija no se creía lo que estaba viendo en ese instante.
El hombre que la salvo tenía el mismo atuendo que el hombre que solía ver en sueños desde pequeña, pensaba que lo que estaba viendo era algo irreal se comenzó a dar leves golpes en la cabeza para ver si así despertaba de este desagradable sueño.
"Vamos, vamos, despierta de una maldita vez estúpida" susurró para sí misma.
Una mano enguantada la agarro bruscamente de una de sus manos para que parase de darse golpes.
Ella se limitó a mirarlo fijamente y observo sus ojos color rubí que la miraba fijamente.
"Déjame explicarte todo, por favor" suplicó con cierto tono de desesperación.
"¿Explicarme el qué? ¿Que soy otra persona? ¿Que existen los malditos vampiros? ¿¡El qué?!" Gritó desesperada.
"Eileen, escucha" Dijo.
"No me llames por ese maldito nombre, mi nombre es Leanne" Dijo con tono agresivo y apuntando con el dedo.
Alucard suspiro derrotado y puso los ojos en blanco "Como quieras...Leanne"
La chica miro hacia el otro lado y cruzó los brazos, no se creía que esto que estaba viviendo fuese real había algo que la descorcetaba mucho. Sólo deseaba salir de este manicomio para coger el primer vuelo que hubiese para volver de nuevo a su hogar junto a su tía.
El vampiro solo se limito a observarla con tristeza y cierto tono de melancolía.
"¿Tú también eres uno, verdad?" Preguntó ella.
El solo asintió.
"¿Quién soy? ¿Y por qué llevo toda mi maldita vida soñando contigo?" Le preguntó desesperadamente con lágrimas en los ojos.
"Eres la reencarnación de mi difunta esposa, Eileen Teples" Dijo sin más.
"¿Estás de coña, verdad?" Preguntó con risa falsa.
El vampiro frunció el ceño y prosiguió con la explicación.
"Ella murió hace 35 años debido a la guerra que hubo en Londres, se sacrificó para que yo pudiese seguir viviendo.
Yo en cambio quedé atrapado durante 30 años matando a todas las vidas que tenía dentro hasta que solo quedase una. Es por ello que estoy en todas partes y a la vez en ninguna.
Cuando regrese desde el primer día senti tú aura, es decir, la de Eileen...intenté buscarla en todas partes pero me fue imposible...poco después llegaste al continente y ahí fue justo cuando más te note hasta que finalmente te encontré." Finalizó su breve explicación.
Leanne tenía la mirada pérdida, no sabía que decir ya que esto le resultaba muy surrealista.
El no muerto se atrevió acercarse a ella y a tomar su mejilla con cuidado.
Ella se sorprendió al tacto y a la vez se le hizo muy familiar.
"Nunca me imaginé que te volvería a ver" Susurró.
Ella se sonrojo al verlo, por vergüenza no se atrevió a mirarle mucho su rostro pero al tenerlo ahora tan cerca suya, lo pudo observar.
Le resultaba ahora hasta incluso más atractivo que aquella noche que lo vio en la discoteca donde fue el ataque.
Algo dentro de ella hacía que se sintiera muy atraída hacia él, es como si fuese un imán.
El no muerto seguía acariciándole el rostro fue bajando hasta que llegó al cuello y ahí lo agarró con un poco más de fuerza.
"¿Que demonios haces?" Preguntó mientras se sonrojaba.
El frunció el ceño y se limitó a acercarse más a ella para olerle el cuello.
El tacto de su nariz en su cuello hizo que sintiera una pequeña descarga eléctrica erizandole toda su piel.
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Lazos del destino
Fiksi PenggemarHan pasado ya 35 años del ataque de Londres donde Alucard fue a matar todas las almas que tenia adentro excepto una, mientras tanto Eileen la mujer que fue el amor de su vida desgraciadamente murió sacrificándose por la vida del no muerto. Aún así...
