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╰ ✧ ❝En su abrazo, el éxtasis y el calor eran un pecado irresistible, un juego de pasiones que convertía cada página en un placer prohibido.❞
Samael, el ángel más hermoso del paraíso...
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El silencio que habitaba aquella gran sala fue interrumpido por la esfera de dos alas que había sido lanzada contra el piso, haciendo que el golpe en seco de esta resonara en un eco por el gran lugar.
━━ ¿Una rata? —Escucho burlarse a una voz femenina.— Solo harías que sospecharan más.
━━ Hola Azrael, que bueno verte después de tanto tiempo —Dijo Azrael imitando la voz que anteriormente se estaba burlando de él.— oh~ gracias hermana Sandalfón, yo también te extrañe.
Sandalfón rodó los ojos divertida al ver como su hermano menor ponía sus labios como pato para darle un beso en la mejilla, pero fue apartado inmediatamente por Uriel.
━━ En verdad... —Miguel paso su mano por toda su cara para luego mirar al techo y respirar hondo, volviendo a ver a sus hermanos.— No los traje aquí para verles las caras.
Al decir eso, los presentes hicieron una leve reverencia, a excepción de Gabriel, a quien no le gustaba nada lo que planea Miguel, Azrael que le da igual y quiere que todo termine rápidamente y Cassiel el cual solo haría algo así para y ante su padre.
Los presentes en aquel lugar eran, Uriel, Rafael, Sandalfón la única hermana del grupo, Azrael, Gabriel, Cassiel, Leonardo y Barchiel. A pesar de que tenían más hermanos, solo ellos estaban presentes al ser los más confiables.
Frente a ellos se encontraba Miguel, todos habían sido convocados secretamente a ese lugar y aquella esfera solo había sido un truco más para traer al imprudente de Azrael.
━━ ¿Cuál es la razón para habernos contactado en secreto? —Preguntó Barachiel intrigado—. He estado ocupado, pero me extraña que no hayan sido capaces de invitarme a la reunión de hermanos de aquella noche, pero repentinamente envías una esfera por mí.
━━ ¡ES VERDAD! Qué traidores... a mí no me invitaron tampoco —les reprochó en cara Sandalfón.—
Así el orden que se había formado fue roto por las quejas de Sandalfón quien no paraba de hablar y poco se le entendía por la rapidez en que lo hacía, Azrael solo se divertía, Gabriel le respondía a su hermana y Rafael les restregaba en la cara a Barachiel y Sandalfón lo delicioso que estaban los panqueques de aquella vez.
Uriel y Cassiel solo observaban la escena sin ganas de hablar y meterle más leña al fuego, la mirada filosa de Miguel, estaba encima de todos.
Leonardo carraspeó un poco, logrando que Sandalfón frenara antes de propinarle un golpe a Rafael, a quien tenía agarrado del cuello de su túnica. Leonardo los miró desaprobando aquel comportamiento. ━━ Bien, ahora que todos se han calmado, Miguel debe decirnos algo, así que, por favor, guarden silencio y comportense.
Todo el mundo asintió y nuevamente volvieron su atención al frente.
━━ Vale... la razón por la que los llame en secreto es por Samael. —Hablo Miguel.—
