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╰ ✧ ❝En su abrazo, el éxtasis y el calor eran un pecado irresistible, un juego de pasiones que convertía cada página en un placer prohibido.❞
Samael, el ángel más hermoso del paraíso...
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━━ Ahora lo estoy... — Sonrió haciendo una pausa en sus palabras y mientras apoyaba su frente contra la tuya continuó. — Porque ya estás aquí...
No pudiste responder ante eso. Fue algo tan tierno lo que dijo junto a esa mirada de corderito que no pudiste evitar que aquel sonrojo pintara tus mejillas.
━━ Vaya, vaya, vaya~ — Enredaste tus manos sobre su cintura y lo alzaste en el aire dando unas vueltas junto a él. — Al parecer mi angelito se ha vuelto salvaje en el poco tiempo que no pudimos vernos. — Dijiste burlona haciendo que el contrario se le tiñeron sus mejillas de un rosa fuerte y que de la vergüenza colocara sus manos en cada lado de tus hombros para sostenerse. —
━━ Y-Yo... e-e-eeeehh — Soltó un suave y bajo chillido al no poder responder ante la broma de la fémina ya que su lengua se trababa con cada intento. —
La mujer sin evitarlo soltó una carcajada. Aun sostenía entre sus brazos a Samael así que esta vez no tuvo que inclinarse y fue fácil acercar su rostro al de él para dejar un casto beso en sus labios poniéndolo más nervioso y haciendo que este empiece a retorcerse en busca de salir de aquel abrazo.
_____ es una experta en ponerlo nervioso y despertar sentimientos en él que nunca antes había experimentado.
Al sentir por fin sus pies tocar las nubes se tomó un respiro llevándose una mano a su corazón que latía fuertemente, palmeó suavemente sus mejillas ardientes mientras una sonrisa de boca cerrada estaba plasmada en sus labios.
Respiró hondo para calmar su corazón de "pollo", como dice su hermano Azrael, para luego alzar su cabeza y ver directamente a los ojos a su pareja. Samael era bastante bajito llegándole por los pechos a _____ y ella sí que se aprovechaba para tratarlo como un consentido.
Después de un momento de silencio, en donde solo se daban miradas de rojos en las cuales sus ojos se encontraban y sus mejillas se sonrojaban, mientras una sonrisa se hacía presente, los dos al fin rompieron el silencio.
━━ Samael/_____, debemos hablar — dijeron los dos al mismo tiempo, quedándose algo sorprendidos pero luego terminaron sonriéndose ante aquella acción.—
━━ Tú primero — Pidió Samael.—
━━ Quisiera hablarlo en un lugar más privado... — Susurraste en voz baja.—
Samael asintió. ━━ Podemos ir a mi hogar pero debemos ir caminando.
Debían evitar la mirada de cualquier ángel tanto como sea posible. Si los veían a los dos solos sin Miguel o Gabriel podrían tener grandes problemas.
Por suerte, ______ aceptó y empezaron a caminar lado a lado. Aquel rubio se daba cuenta de que su acompañante seguía su paso para no dejarlo atrás. Por un momento, miró de reojo el perfil de la fémina viendo lo llamativa que ella era. Después de todo, era como ver a un ángel, solo que sin alas y sin ningún tipo de tela cubriendo su cuerpo, algo que a cualquiera le llamaría la atención, más al ver que sus dos "guardianes" no se encontraban con ella.
