5

90 10 0
                                    

-Bill-

—Hola, mi hermanito tan tarde llegando a casa. —Mi hermana tan graciosa como siempre.

—Cállate, Katherine. —Pero me hace sonreír

—Tranquilo, ¿qué pasó para que estés tan de mal humor?

—Nada, ¿y mamá?

—Fue a descansar, se sentía mareada... ¿Qué pasó, Bill? —pregunta de forma seria y me toma de la muñeca, haciendo que me siente junto a ella en el sofá.

—Estoy harto de ser como soy.

—¿Qué pasó? Mi hermano no es así.

—El doctor de Matt me gusta pero, ya no quiero salir herido y me ilusiono muy rápido, estoy harto de eso.

—¿Por eso estás así?

—Salí de mi turno y él estaba ahí en la cafetería, me invitó a sentarme y estuvimos hablando de él y de mí, me trajo hasta aquí.

—Oh, Bill, le gustas. ¿Es guapo?

Le sonrío levantando las cejas y haciéndole saber que es obvio.

—Es completamente guapísimo, y además es increíble con los niños, no tiene ningún aspecto de doctor, está muy lejos de parecer doctor. Pero no quiero salir lastimado otra vez, ya no quiero llorar —digo tratando de que las lágrimas ya no vuelvan a salir de mis ojos.

—Qué te puedo decir, Bill, es lo que tú decidas, creo que ya sabes que tienes que enamorarte, no creo que pienses en quedarte solo y en abstinencia total.

—Katherine, no estoy para tus bromas.

—No es broma, es la verdad, ¿en serio quieres ya no enamorarte y arriesgarte una vez más para ser feliz? Jason me dejó sola por completo con Matt y, ¿qué hice? ¿Aborté? No, Bill, Matt nació y estoy muy contenta de haberlo hecho, estoy con él y es lo mejor que pude haber hecho, aunque en su mayoría se parece a Jason, sé que algún día llegará un hombre que nos quiera a ambos, que no le de miedo una responsabilidad y que no sea un cobarde y así tienes que seguir tú, no por un estúpido patán vas a dejar de ser tú, de ser esa persona feliz y alegre por la vida, ya ni siquiera te dedicas a los animales callejeros, era tu pasión en Seattle. Ve a descansar Bill, pero piensa en lo que te he dicho. Ya llené y firmé las hojas, las dejé en tu habitación y recuerda que eres tú el que decide, es tu vida y tu felicidad. Hasta mañana.

—Sí, gracias.

—De nada, aquí estoy para cuando necesites un consejo. Hasta mañana.

—Hasta mañana.

—Dile adiós al tío Bill.

El pequeño Matt me dice adiós con su pequeña mano y un poco adormilado. Me quedo en el sofá abatido hasta los huesos. Cuatro personas, incluyéndolo, me dijeron lo mismo.

Mi mente viaja al pasado sin olvidar ningún detalle. Las lágrimas inundan mis ojos desbordándose sin piedad. Hace poco más de medio año que no lloraba y es que... ya no puedo con esto, sé que debo arriesgarme para encontrar a la persona indicada, pero no es la primera vez que me lastiman, no es la primera vez que me engañan, que me hacen sentir la persona más humillada del mundo.

Subo mis piernas al sofá y las abrazo a mi pecho con fuerza. Yo nunca les hice daño, me entregué por amor y ellos me pagaron así. Yo... Yo sólo quería recibir amor como lo daba, quería sentirme amado por alguien que yo amara pero, me engañaron, me mintieron de una forma tan canalla, tan de cobardes. Y ya no quiero volver a sufrir.

Lo más doloroso es que sin duda me gusta Tom. Me encantaría salir con él pero, enserio estoy muy mal. Tal vez necesito tiempo. Tiempo para conocerlo.

One More TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora