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-Tom-

Noto que se sonroja a niveles increíbles. No puedo soltar así como así que me gusta y que quiero algo más serio, así que le pregunto sobre esta noche para llevar algo más de tiempo, para tratarlo y que él se sienta más a gusto conmigo. Sus ojos comienzan a desviarse buscando una distracción o tal vez un punto en el vacío, pero me mira de pronto, sostengo la mirada y me responde con una sonrisa.

—Sí, de acuerdo. Ahí estaré.

—Perfecto. Bueno, por lo de Matt eso es todo, déjame entregarte esto. —Le extiendo la tarjeta de entrada y la recibe—. Ahora sí, eso es todo por hoy

—Aquí están las hojas que me diste ayer.

—Oh, cierto.

—Obviamente no hay datos de su padre.

—No te preocupes, quedará archivado.

Las deja sobre mi escritorio y yo las pongo en otro fichero para no perderlas con otro expediente. Él se levanta y va por Matt, lo hace guardar los legos dentro de una caja y lo ayuda a levantarse.

—Difícilmente obedecen, ustedes lo han educado muy bien.

—Es que no conoces a mi mamá. —Sonríe, me quedo estático viéndolo, estoy enamorándome y nadie podrá ponerme un maldito alto ahora. Es el final, él se llevará mi cordura, lo sé—. Bueno, nos vemos entonces esta noche.

—Sí, claro. Te veo allá.

—Di adiós, Matt.

Adós —pronuncia Matt con esa vocecita tierna.

—Hasta mañana. Te acompaño —agrego cuando abre la puerta de mi oficina.

—No, no voy a perderme, conozco perfectamente bien la salida.

—Sí, perdón.

—Nos vemos.

Y así lo dejo ir, cierra la puerta detrás de sí y yo trato de sentarme frente a mi escritorio sin pensar en él, sin embargo no puedo y en lugar de continuar con mi trabajo, mi mente está totalmente distraída en su imagen de hoy, su ropa, su aroma, sus ojos.

—Estoy perdido.

Y ahora hablo solo.

Regreso a mi oficina en la realidad, sacudo mis pensamientos, y ahora sí, empiezo a enfocarme en el último expediente que estaba por terminar. Los expedientes no son tan fáciles de seguir cuando hay cambios cada semana, ni siquiera los que se trasladan, son los que más detalles hay que corroborar, enviar por correo electrónico, archivar originales y deshacerse de los estudios sin importancia porque ya no son relevantes.

***

Durante mi turno bajo a ver los niños en el área de fisioterapia, paso a revisar los avances con la psicóloga, y cuando ella me dice que es la tercera vez que paso a su área en la semana, entiendo que estoy mal, pues por lo regular paso a checar cómo van las cosas con ella dos veces al mes, pues confío en ella desde la residencia, ella me acompañó en toda esta travesía y no había ninguna otra persona mejor para el puesto. Ella no era mi mejor amiga como Header, pero sí la considero una profesional en su área.

—Vete tranquilo, cuando haya un problema serás el primero en saberlo.

—Gracias.

Mi turno termina y salgo con mi bolso cruzado donde llevo papeles de un expediente que no logro concluir y mi laptop. Salgo del hospital y con el cielo característico de las cinco sobre Los Ángeles, voy a mi lugar favorito para pasar el resto de la tarde, hasta la noche.

One More TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora