Saber que sus padres se divorciarán en poco tiempo era... Impactante, duraron más de 14 años juntos, contando que tuvieron a un hijo que actualmente cuenta con 23 años y va entrando a la universidad.
También era impactante saber del porqué, la infidelidad no es un tema precisamente normal en una relación vieja y con hijos.
Y su mamá, que era muy independiente, no iba a aceptar esto. Ese día se acuerda que llegó del colegio y vió como sus padres discutían y como su madre echaba de la casa a su padre mientras lloraba.
Su decepción en contra de su padre creció al ver un mensaje que le mandó, luego de no saber de él durante dos meses.
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“Hola hijo, quería preguntarte si puedes venir a nuestra boda, nos alegraría eso a mi y a Mikoto.”
¿Qué tenía que ver Mikoto en el tema? Ella era la amante de su padre. Nunca pensaría que una mujer con apariencia dulce, con esposo y dos hijos de casi su misma edad fuera una infiel.
Claramente ignoró el mensaje, justo en ese momento estaba en épocas de exámenes y no quería distracciones. Su madre días atrás le explicó del porque del divorcio, y él decidió darle su espacio, no queriendo agobiarla más de lo que está.
Pronto pasaron dos años. Sus padres se divorciaron por fin y su padre se fue a vivir con su ex amante (ahora prometida) a una ciudad vecina.
Nunca le respondió el mensaje que su padre le envío, menos la invitación de la boda que hasta hace poco se enteró y fue invitado.
Su madre prefirió quedarse sola, se sentía mejor, estaba tomando cursos de jardinería y costura y de ahí se desestresaba con sus nuevas amigas.
Él se había graduado hace poco y ahora mismo estaba buscando pasantías en una empresa, con suerte quizás podría encontrar una buena.
Tenía que, no podía decepcionar a su madre.
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Al enterarse del divorcio y futura boda de su madre fué, molesto y hasta cierto punto, decepcionante.
Él tenía 26 años y su hermano 28, y sus padres tenían casi 20 años de matrimonio, todo eso botado a la basura por otra persona.
