Collection.

Chapter fifteen: Misión

Naruto, un agente de la CIA, se tiene que vestir de mujer para matar, o (en el mejor de los casos) llevar a un importante y peligroso narcotraficante ante la ley.

Dicho narcotraficante, es llevado por su hermano a una de las más lujosas, egocéntricas y famosas fiestas en el club Pain.

—¡Ya te dije que si! ¡Lo harás!— gritó molesta una voz femenina en esa oficina.

—¡Que no! ¡Una y mil veces no!— le devolvió el grito una voz masculina, para después escucharse un estruendo y seguido de eso, una puerta siendo cerrada con fuerza.

En los pasillos se podía ver a un rubio con piel tostada y bonitos ojos azules, con una marca de mano en su mejilla y una caja que tenía todas sus "herramientas".

—¿Qué llevas ahí, Naruto?— le preguntó su compañera, Sakura.

—Herramientas Sakura, herramientas.— se limitó a decir Naruto, mirando con molestia la caja y pensando una y mil formas de vengarse de su jefa.

—¿Te toca una misión?— preguntó su otro compañero, Shikamaru, soltando un suspiro.

—Lamentablemente si, esto de ser agentes no me paga lo suficiente.— dijo quejándose el Uzumaki, caminando de regreso a su oficina para prepararse para esa misión.

Si llegaba tarde, Tsunade lo mataría.

—Si, dile al cabrón de Zabuza, que su recado llegará mañana a Filipinas.— hablaba un azabache al teléfono.

Colgó el teléfono de golpe, y apreció la vista que le otorgaba el gran ventanal en esa habitación, la escencia misteriosa y lúgubre de esa vieja y grande casona se mantenía intacta a pesar de los años.

Alguien abrió la puerta. Él, ya sabiendo quién es, no pronunció algo, solo agarró un cigarro y lo encendió.

—¿Qué pasó, Itachi?— preguntó. Aún sin mirarlo.

—Sasuke, Sai pudo sacarle información valiosa al agente que casi te mata.— dijo entusiasmado Itachi—. Hoy en la noche iremos a el club Pain.— Sasuke recordó la fiesta que tenía ahí.