Naruto Uzumaki era un Omega, pero no cualquiera. Un Omega puro, con millones en los bolsillos y en sus tarjetas.
Sus raíces provienen de dos familias muy antiguas y famosas de Rusia, Corea del Sur, china y Japón: Uzumaki y Namikaze.
Sus padres; Kushina Uzumaki y Minato Namikaze actualmente eran dos empresarios famosos que consentían a su único hijo con muchos lujos y dinero.
Hacían eso hasta que Naruto cumplió los diecinueve años un diez de octubre.
En su cumpleaños Kushina y Minato quisieron que Naruto viera como funciona la empresa Rassen'gan corp. Y lo llevaron a la mencionada.
Le hicieron conocer a los empleados y sus funciones, tendría que saber quiénes eran para poder hacer bien su trabajo.
RasseCorp era una empresa que se encargaba de hacer aparatos electrónicos y electrodomésticos.
Minato empezó a hacerlo como emprendimiento personal, no quería existir a base de la fortuna de sus padres. Y Kushina le ayudó en todo el proceso.
Ambos se conocieron en una cena de caridad en la que le obligaron a ir. Y no se arrepentía, para nada. Minato, un bonito Omega dominante ruso con su elegante traje negro y Kushina, una Omega dominante japonesa con un hermoso vestido lila.
Ahora gozaba de buena situación económica, una esposa amorosa y un hijo Omega apunto de casarse.
Ambos preocupados por qué Naruto para su edad no ha tenido novio, ni ha mostrado interés por alguien. Decidieron que lo mejor sería comprometerlo con un alfa Okutsuki.Toneri fué el mejor partido que ellos pudieron encontrar; Educado, con buen aspecto, callado, caballeroso y con modales; era todo lo que ellos quisieron en una pareja para su hijo.
Y los dos quedaron encantados cuando Naruto mostró una pisca de interés por él Alfa Okutsuki.
El interés fue mutuo.
Pronto las visitas pasajeras pasaron a ser citas románticas, el comportamiento agrio de Naruto a uno suave eh incluso dócil y la tristeza de los Namikaze se transformó en alegría por su hijo.
Hasta que en una cena familiar, dónde estaban casualmente los Okutsuki, Toneri le pidió matrimonio en frente de todos.
-¿Quieres ser parte de mi castillo en la luna?- preguntó, arrodillado con un pequeño anillo con un zafiro incrustado en éste.
Naruto no decía nada, estaba con la cara roja y lágrimas de felicidad bajaban por toda su carita
-¡Si, si acepto!- y prácticamente se lanzó a los brazos de su ahora prometido.
Los presentes celebraron el compromiso con un brinis y todo fue paz, amor y arcoiris por cinco meses.
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Collection.
Ficção Adolescente𝖴𝗇𝖺 𝖢𝗈𝗅𝖾𝖼𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝖽𝖾 𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺𝗌 𝖾𝗑𝖼𝗅𝗎𝗌𝗂𝗏𝖺𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖲𝖭 𝗊𝗎𝖾 𝗍𝖾𝗇𝗀𝗈 𝗀𝗎𝖺𝗋𝖽𝖺𝖽𝖺𝗌. |𝖢𝗋𝖾𝖽𝗂𝗍𝗈𝗌 𝖺 𝗅@𝗌 𝖺𝗎𝗍𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖽𝖾 𝗅𝖺𝗌 𝗂𝗆𝖺́𝗀𝖾𝗇𝖾𝗌 𝗎𝗌𝖺𝖽𝖺𝗌.|