Chapter eleven: Cabaña Dia 0

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Naruto y Sasuke viven en una muy bonita cabaña.

Warning; Pussy, Omegaverse.

Aquí las castas de todos
Naruto: Omega dominante.
Sasuke: Enigma.
Sakura: Omega
Shikamaru: Alfa
Gaara: Beta
Temari: Alfa
Hinata: Omega
Kiba: Beta
Neji: Alfa
Ten Ten: Omega
Ino: beta.
...

—¿Cuando llegaremos?— preguntó una muchacha de cabello rosado y ojos verdes con fastidio.

Ya llevan más de dos horas en ese carro, hace ya un rato que los edificios se perdieron y la naturaleza se hizo presente.

—Calmate, Sakura, ya llegaremos, los otros nos esperan.— comentó un muchacho con expresión de flojera y una coleta alta.

La muchacha resopló, miró hacia atrás en los asientos traseros y vió a Hinata viendo la ventana, Kiba intentandole hacer conversación, Temari y Gaara jugando cartas y Neji y TenTen dormidos agarrados de la mano e Ino usando su teléfono.

Resopló, no sabía porqué Deidara los invitó su cabaña mas lejos que Europa, nótese el sarcasmos.

No sabía cuando se había quedado dormida, solo sintió como el auto de repente paró, abrió sus ojos pero solo pudo ver árboles y el atardecer en el cielo

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No sabía cuando se había quedado dormida, solo sintió como el auto de repente paró, abrió sus ojos pero solo pudo ver árboles y el atardecer en el cielo.

—¿Shikamaru?— salió del auto buscando al mencionado, lo encontró en el capó, revisando el motor, suponía.

—Dime.— le dijo él, sin prestarle verdaderamente atención.

—¿Y los demás?— Shikamaru señaló solo a Ino, que seguía mirando su celular como hace un rato.

Fue hacia Ino y pudo ver entre lo poco que caminó, un lago muy extenso, ahí en la orilla estaban Hinata y Neji, Ten Ten estaba con Temari luchando fuerzas encimas de Gaara y de Kiba.

Volteó los ojos, y se detuvo enfrente de Ino.

—¿Qué pasó?— preguntó la rubia, alzando su mirada del telefono.

—¿Me puedes decir qué pasó?, Shikamaru me ignora.— Ino volteó los ojos y suspiró.

—Bueno, te quedaste dormida, y el carro al parecer se quedó sin gasolina, shikamaru se detuvo y le echó gasolina, volvimos a andar pero al parecer el motor se paró.— le explicó Ino, en medio de su charla volvió a dirigir su mirada a su teléfono.

—Ah...— ella se fué de ahí, miró su reloj de muñequera y pudo ver la hora: 6:39 p.m.

Necesitaba encontrar un buen lugar para acampar o en el mejor de los casos, una casa de alguna persona buena gente.

Se puso a explorar el bosque, buscando.

Se puso a explorar el bosque, buscando

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