──── xxx. paz y guerra al tiempo

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No era la primera vez que Maeve se preguntaba qué carajos estaba pasando con su vida, pero tal vez era de las primeras veces de su vida que le tocaba hacerse esa pregunta más de una vez en un día

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No era la primera vez que Maeve se preguntaba qué carajos estaba pasando con su vida, pero tal vez era de las primeras veces de su vida que le tocaba hacerse esa pregunta más de una vez en un día.

Después de haber compartido con Rafe un momento tan íntimo, dónde se había entregado a él en alma y corazón, siendo correspondida de la forma más dulce y familiar. Ella esperaba algo más significativo que él continuando como si ignorara lo que había pasado entre ambos, arruinando paredes con entusiasmo y aliándose con desconocidos sin siquiera consultarle si ella estaba de acuerdo con eso.

Así que Maeve tenía un pastel recién comprado, una botella de vino barata y planes de tregua, por lo que estaba mucho más relajada que la noche anterior.

—Oh, muñequita —canturreó el hombre casi divertido—, juro que es una locura como te las arreglas todavía para lograr sorprenderme.

La rubia resopló mirándolo aburrida, extendiendo la caja con la torta de chocolate y fresas hacía él. —¿Tregua, hombrecito?

Barry entrecerró ligeramente los ojos, sin hacer movimiento de moverse para tomar la ofrenda de paz mientras la miraba con sospecha. —¿Por qué? —inquirió con confusión—. Estabas realmente molesta el otro día —le recordó con las cejas alzadas, borrando su sonrisa de golpe—, ¿Qué pasó?

Maeve puso los ojos en blanco, encogiéndose de hombros con la caja contra su pecho nuevamente. —Mi padre explotó nuestro yate —le contó, aún sabiendo que el hombre debía conocer esa información mejor que nadie, y como su expresión no mostró signo de cambio, continuó—... Con él dentro, por cierto, y he perdido muchos millones, porque aparentemente también se llevó el secreto de dónde está el oro a la tumba —resopló con amargura—, así que sigue siendo un tesoro perdido.

—¿Así que quieres que te ayude a buscar el tesoro de tú suicida y dramático papi? —se mofó resoplando, y Maeve puso los ojos en blanco de nuevo.

—No —dijo como si fuera obvio—. Pero cualquiera que sea mi amigo termina enredado en problemas, y necesito hablar con alguien —se encogió de hombros sin pena—. No creo traerte problemas a tí, tú ya pareces bastante jodido sin mi ayuda.

DOLLHOUSE ; RAFE CAMERONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora