Los gemelos, conocidos por sus bromas pesadas, habían cruzado la línea esta vez, y Draco sentía que era hora de poner un alto. No podía permitir que ninguno de los suyos sufriera más a causa de las travesuras irresponsables de otros. Con furia, deci...
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Cuando el profesor Snape lo llevó a su oficina privada, Draco se sintió algo más tranquilo. Observó cómo su profesor conjuraba un patrónus para llamar a sus padres, y mientras tanto, reflexionó sobre lo sucedido.
Se dio cuenta de que quizás no fue la mejor idea enfrentarse en un duelo con dos alumnos de Gryffindor, especialmente tan cerca de las vacaciones de Navidad. Recordó la sensación de tensión en el aire mientras se preparaba para el duelo, y cómo todo había salido mal en cuestión de segundos. Pasó saliva, sintiendo el peso de la responsabilidad y el arrepentimiento por no haber actuado de manera más prudente.
Había estado tranquilamente arreglándose en sus habitaciones cuando Pansy entró abruptamente. Aunque su rostro generalmente inexpresivo mostraba una clara preocupación, se alarmó pensando que algo malo le había pasado a sus amigos. La preocupación por sus seres queridos siempre había sido un punto débil para Draco, aunque rara vez lo demostraba abiertamente.
—Es un estudiante de primer año. Los gemelos Weasley le jugaron una broma que sobrepasó los límites —explicó Pansy, con un tono de indignación evidente en su voz.
Draco corrió tras ella, preocupado por lo que podría haber sucedido. El joven estudiante de primer año estaba siendo consolado por Blaise y Theo sin éxito, ya que se encogía más sobre sí mismo cada vez que intentaban acercarse. La impotencia de no poder hacer nada para ayudar al niño lo frustraba profundamente.
Esta vez, el chico permitió que Pansy se acercara y lloró en sus brazos. Supuso que nadie más estaba en la sala común, ya que todos debían estar desayunando. Se sintió aliviado de que al menos el niño tuviera a alguien en quien apoyarse en ese momento tan difícil.
—¿Qué sucedió? —preguntó Draco a sus amigos, mientras ambos varones lo apartaban un poco de Pansy y el otro niño para explicar mejor lo sucedido. Quería entender la situación en su totalidad antes de tomar cualquier decisión o acción.
—Los gemelos lo encerraron en un armario que no había estado en uso durante mucho tiempo, y un boggart lo encontró como un buen lugar para anidar —explicó Blaise, con cierta vacilación en su voz, como si no quisiera seguir adelante con la historia.
—Resulta que su boggart es su padre... —Theo se interrumpió, visiblemente incómodo—. Abusó del chico y estuvo encerrado al menos 15 minutos ahí dentro. Tuvo un ataque de pánico, llorando en el suelo mientras repetía "por favor, no" cuando Pansy lo encontró.
Draco sintió cómo sus manos temblaban, no por miedo, sino por una profunda furia. Se enfureció con el hombre que había lastimado al pequeño niño y con los Gryffindors que pensaban que podían lastimarlos sin consecuencias solo por ser Slytherin. La injusticia de la situación lo enojaba más de lo que podía expresar con palabras.
Una fuerte energía lo recorrió desde el pecho hasta expandirse por todo su cuerpo, como una corriente eléctrica. Se sentía impulsado por una determinación feroz de hacer justicia y proteger a los que eran vulnerables.