Capítulo 21

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Había pasado una semana desde la última vez que vi a Alex, solo respondía los mensajes y alguna que otra llamada, lo sentía extraño y lejos como si intentará poner un océano por medio entre nosotros.

Si le invitaba para quedar siempre tenía una excusa para no asistir. Si le proponía ir a su departamento, no estaría ahí. Si le preguntaba a Josuan por él, la única información que recibía era que seguía vivo.

No sabía qué pasaba con él, porque se comportaba de esa manera. La última vez que nos vimos todo había estado bien entre nosotros. No habíamos tenido nuestra primera discusión, pero se la estaba ganando a pulso.

Siguieron pasando los días, ya ni siquiera contestaba las llamadas, solo un puto mensaje Estoy ocupado todo se resumía a estar ocupado, ni siquiera un pequeña.

Harta de la situación, decidí investigar sobre la próxima carrera. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma.

Preguntarle directamente a Josuan sería inútil, teniendo en cuanta que Alex al parecer no me quería ver y que mucho menos le gustaba que fuera sola a esos lugares.

Sabía que Esteban había seguido corriendo en esos lugares, así que no me fue difícil sacarle información, pero me puso una condición, debería ir con él. Eso no era buena idea, pero tampoco tenía otra opción.

El sábado en la noche, luego de fundirme en unos pantalones y un top, me dirigí a la famosa ruta 55 dónde todo comenzó. Lo primero que busque entre la multitud fue Alex, que se encontraba junto a Tatiana, la hermana de Iván.

—Me encantaría saber por qué tu noviecito no te trajo esta noche —sabía que Esteban me estaba provocando al ver a Alex acompañado—. Hoy es una noche especial, cada corredor deberá correr con su chica o su acompañante.

Eso llamo demasiado mi atención, lo miré y luego a Alex. ¿Por qué si hoy podían correr con sus parejas no me había traído? ¿Por qué no había llamado para acompañarlo? ¿Por qué estaba con Tatiana?

Decidida a no taladrarme más la cabeza por ese gilipollas y pagarle con la misma moneda, saque mi móvil y escribí un mensaje rápidamente.

Me: Te extraño, mi jardinero particular.
¿Dónde estás?

Lo observé como saco su móvil del bolsillo de su pantalón y tras leer el mensaje lo volvió a guardar sin más. No dispuesta a torturarme más, me giré hacia Esteban que me miraba divertido.

—¿Con quién corres esta noche? —pregunte sin pensar mucho en lo que podía provocar—. Quiero correr contigo.

—¿Por qué crees que te puse como condición venir conmigo? —miró divertido y con malicia hacia Alex—. Será todo un honor sacar de sus casillas a tu noviecito, me debe una.

Sin darle más vueltas, jugué en su terreno, al puro estilo Hanse. Luego de que Esteban me indicará cuando debía acercarme para la primera vuelta, tome uno de sus cascos y fui en busca de Josuan y Sue.

Tras encontrarlo divirtiéndose y bailando como locos, me acerque a ellos. Sue me llamo loca cuando le conté que correría con Esteban, Josuan me dijo que Alex no se lo tomaría muy bien.

—Me importa una mierda como se lo tomé —solté empezando a comportarme como una víbora—. Tu amigo es un idiota que lleva sin contestarme las llamadas semanas y ahora ni siquiera los mensajes. No sé qué mierda pasa con él, pero para estar aquí con Tatiana, justo hoy que se corre en pareja, no parece estar muy ocupado.

—Mara, Alex no está muy receptivo en estos días —trato de justificar su amigo, pero a mí ya me valía una mierda las explicaciones—. Se le está viniendo todo junto y no sabe cómo manejar la situación sin que le explote en la cara.

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