Capítulo 12

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Mini maratón 1/2

Luego de un largo baño, me encontraba en la cama pensativa, cepillando mi cabello y con la mirada perdida en el suelo. Estas últimas horas habían sido bastante extrañas y lo peor de todo era que me había gustado ese beso.

El sonido de mi móvil avisando que estaba entrando una llamada me distrajo de mis pensamientos.

<<Llamada Entrante>>

—Hola Sue

—Hola… ¿Estás bien? —preguntó.

—Define bien —respondí pensando en cómo se lo contaría sin que armara un escándalo.

—No, no estás bien —me conocía lo suficiente como para no darse cuenta de que algo no iba bien— Soy toda oído, cuéntale a la mami Susy que te atormenta.

—Sabes que se puede interpretar de varias maneras lo de mami Susy, verdad.

—No me des vuelta Amara Grandstaff y sueltal…

—Alex me beso —lo solté así sin anestesia y el silencio en la línea solo podía significar que estaba en shock y procesando lo que acaba de escuchar.

— ¿Qué? —fue lo único qué logro formular— Escuche bien, no.

—Sí, escuchaste bien.

—¿Estamos hablando del hijo de los McCasthy? —mi silencio solo confirmo su duda— Menudo bombón, un poco creído, pero no es para menos. En menos de una semana has conocido a un prospecto de esos malotes y atractivo que maneja motos y luego al heredero más cotizado que, por otro lado, también tiene cierto aire enigmático.

Le di los detalles de la situación y de lo raro que se me hacía todo ahora. Era el hijo de los amigos de mis padres, lo que significaba que eso podía salir mal de mil maneras.

Luego de una larga conversación con Sue decidí bajar a por un poco de jugo antes de dormir, pero al bajar las escaleras lo vi salir de la casa con toda prisa, lo que significaba que pasaría la noche sola. Pasaron horas en las que estuve acostada en una tumbona junto a la piscina, observando la infinidad del cielo y lo bien que compaginaba la oscuridad con el profundo mar que se apreciaba a la distancia.

Pensé mucho en lo de esa tarde, al igual que en lo que había pasado días antes. Ambos me daban curiosidad, sus formas de ser, de actuar, su profunda voz era hasta chistoso el parecido en personalidad a simple vista.

El reloj se acercaba a las 2:00 am y era más que evidente que tendría esta casa para mí sola o eso pensaba hasta que sentí que alguien se acercaba y al percatarme de quién era, tome la decisión de fingir que estaba dormida simplemente porque no tenía ganas de lidiar con él. Lo sentí acercarse, incluso me atrevería a decir que sentí su respiración bastante cerca de mí.

—¿Alguien se quedó dormida fuera de lugar? Tan tierna —lo escuché decir a la vez que sentí sus brazos rodear mi cuerpo y no podía creer que me fuera a llevar en brazos hasta mi habitación— Vamos a llevar a la niña de papi a un lugar más cómodo.

No entendía la emoción que me estaba recorriendo el cuerpo, pero era maravilloso hasta que de repente lo único que sentí fue mi impacto contra el agua fría de la piscina. Salí a la superficie con ganas de maldecirlo, pero me contuve y solo lo miré con mala cara.

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