Cap 14

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¿Cómo debía actuar a su declaración? No sabía que decirle, las palabras no salían de mi boca. 'Julian Serrano' el chico más reservado, el que juega con las mujeres, el que quiere a una cada noche, el más temido, con el que nadie se mete. ME DIJO QUE LE GUSTO. Diablos, no sabía que responder ante eso. ¿Acaso hay algún libro que diga cómo actuar cuando un chico que dice 'me gustas'? no lo sé, pero nunca lo leí.

El me miraba esperando mi respuesta, mientras que yo no sabía qué coño decirle.

Uno no estaba acostumbrada, al menos yo a que vengan y te digan "me gustas" ¿Qué le responderías? OH SI CLARO, A MI TAMBIÉN, CASÉMONOS TENGAMOS 5 HIJOS, DIEZ POCOYOS Y 14 ELEFANTES. No, no era así.

— ¿No dirás nada? — Pregunto un tanto ¿molesto? Si, molesto.

— No sé qué decir— Baje la mirada.

<<Oriana, eres una estúpida>> Me regaño mi voz interior.

— ¿Cómo que no sabes? Eso creí— Dijo levantándose y sacudiendo sus pantalones de mezclilla, para luego caminar lejos de mí. Me pare rápidamente y tome su antebrazo.

— No te vayas— Dije cerca de su cara, era apenas un poco más petiza que Julian. Por lo tanto, veía a la perfección, esos preciosos perfectamente besables labios.

Este no decía nada, era un momento, tal vez incómodo para él, no lo sabía, porque su mirada no transmitía nada.

Estaba tan concentrada en sus labios, que ni sabía cuánto tiempo hace que estamos así.

Lame sus labios y me pongo en alerta. Me besara.
Subí mis brazos a su tan besable cuello, dios, ese cuello que pronto podría ser mío. ¿Qué rayos digo? Me doy miedo yo misma.

Estoy loca.

<< Por Julian>> Dijo mi mente.

Asentí, sin darme cuenta que hablaba conmigo misma.

Lamí mis labios y el tomo mi cintura.
Nadie podía interrumpir este momento, simplemente mágico, que hasta había olvidado en donde estábamos.

— Permiso—Dijo, a lo que yo lo mire confundida.

— ¿por...— No termine, esos apetecibles y finos labios, estaban pegados a los míos.

No dije nada, seguí tranquilamente el beso ¿Cómo pude perderme de esto tanto tiempo? Besa, increíble.

Lo traje más a mí, y este me apretó más él. Hasta podría decirse que sentía la hebilla del cinturón de su pantalón en mi vientre. Bien cerca. Pegados directamente.

El beso era perfecto, como que nadie existiese a mí alrededor.

Esa manera que te atrapa al besar, era increíble. Por eso todas las chicas andan atrás de él, era un dios.

Pero ahora lo tenía para mí, solito para mí.

El acariciaba mi cintura, sin tensión sexual, todo era ternura pura. ¿Cómo alguien que era temido por todos, era así de tierno? Hacia circulitos por mi cadera y devuelta a la cintura.

El timbre de mi teléfono hizo que nos separásemos y abramos los ojos.

—"Cariño, no demores mucho, estoy preocupado, no sé dónde estás" — Papá me había escrito.

— "estoy en camino c: xx" — Respondí y bloquee el teléfono.

— Debo irme—Dirigí mi mirada a un Julian sonriente.

— Te llevo—Afirmo y yo asentí sin reproche.

Subí a su moto y me agarre fuerte de su abdomen, provocando que este riera.

— Sé que me quieres, solo déjame respirar— Dijo burlón, sonrojada afloje mi agarre, pero al estar esté al frente, por suerte no vio lo colorado de mis mejillas.

Sin verlo, sabía que el condenado estaba sonriendo triunfador.

Arranco y salimos a casa, era lejos, por lo tanto si fuera caminando, no llegaría jamás. Ni se cómo llegue caminando hoy hace un rato.

No estaba obscuro, no Salí tarde de casa, Salí temprano al rato de levantarme. Ni siquiera había desayunado, o eso creo. No lo recuerdo- Reí ante mi ignorancia de mi misma-

Julian paro la moto y desenrolle mis brazos al ver que llegamos a mi dulce hogar.

— Tu casa es muy grande, Sabatini—Dijo.

— Si...— Dije, al ver como Ian miraba interrogante por la ventana de entrada, a pesar de que estábamos muy lejos de ahí ya que estábamos en la calle y el portón no se abrió. Mi pequeño hermano no disimulo.

— ¿Quién es? —Dijo riendo.

— Mi hermano menor—Dije fastidiada.

El muy chusma, le dirá a papá.

Voltee a Julian y le sonreí.

Me acerque a su rostro y lo bese lento, sin apuro alguno. Al separarme junte mi frente a la suya.

— También me gustas— Me separe de el y mire su mirada de sorpresa, para luego sonreír complacido y asentir. Antes de que dijese algo, el portón se abrió y entre rápidamente.

El interrogatorio de mi hermano menor era lo que me esperaba.

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