Después de que camila y yo nos escapamos del pequeño bar, mis recuerdos se empeñaban en difuminarse. De hecho, ni siquiera sabia si habiamos tenido sexo; y ese era un gran problema dado que, bueno, la mujer estaba medio desnuda en mi cuarto de hotel. Me coloque una de mis propias camisas que, por suerte, me había dejado olvidada en el baño y salí a enfrentar la situación.
-Vete discretamente, mis amigas están en el comedor y no quiero que te vean aquí- sentencie poniendo su camisa sobre la cama, a su lado, cuidándome de no volver a acercarme demasiado a ella.
-Eso sí es nuevo- fue todo lo que dio por respuesta mientras se pasaba la camisa por los hombros y la abotonaba.
-¿El que?
-A nadie le había dado pena que la vieran conmigo- rió con suavidad, sin mirarme -Eres un caso aparte, Jauregui.
Contra todo pronóstico, me sentí mal de haberle dicho eso, y en el tono en el que lo hice que no fue del todo amigable. Mis pies funcionaron sin mi aprobación y terminé sentada a su lado.
-No me da pena per se- trate con cautela, buscando entretenerme con un punto en la pared de enfrente -Solo no quiero que se hagan ideas que no son.
-Como que piensen que tuvimos sexo.
-Si- respondí sin haber procesado su afirmación -¿Qué? No, no es
Camila se sentó de piernas cruzadas, girando sobre sí y quedando más cerca de mi. En su rostro tenía una expresión que no supe interpretar; a medio camino entre la burla y la compasión, si es que eso era posible.
-Mira, yo la verdad no recuerdo casi nada de anoche y no soy una chismosa así que no tienes que preocuparte de que abra la boca- dijo y su mirada casi se tornó triste - Saldré sin que me vean.
Lo siguiente no sabría cómo justificarlo, pero por toda excusa diré que: ver a Camila vulnerable por primera vez fue algo que no tuve como pasar por alto.
-Perdona- la detuve antes de que se levantara para irse -Yo tampoco recuerdo mucho, lo que pasa es que no soy alguien de acostones casuales.
Camila se miró aún más nerviosa, pensando que seguramente yo le gritaria de nuevo espero a que terminara mi media disculpa.
-Podríamos ir a tomar un café en estos días, si quieres.
¿Y cómo demonios había yo pasado por sobre mi sentido común y la estaba invitando a salir? Camila parecía tener la misma pregunta plasmada en su cara; alli se acabo mi valentía:
-O no- me retracte -olvidalo, fue una idea estúpida.
Ella se adelantó con una sonrisa y colocó una mano sobre las mías logrando que volviera a mirarla.
-No, no- dijo rápido y con dulzura en su voz -es una gran idea- y volviendo a su actitud coqueta de siempre: -Me encantaría salir con la misteriosa Reina del Campus.
Aun sin saber bien con que se refería a lo último, me tranquilize y logre devolverle la sonrisa, muy consciente de la cercanía y su mano sobre las mías. Nos quedamos mirándonos unos segundos más, en los que odie a mi mente por no haber guardado los recuerdos de la noche anterior. Tal vez, Camila estaba pensando lo mismo pues sus mejillas se tiñeron de rojo antes de incorporarse de repente.
Camino hasta el escritorio, tomó un lapicero y volvió hasta mí. El tacto de su mano, que había extrañado en cuanto me soltó, desencadenó una corriente eléctrica en mi brazo que recorrio todo mi sistema.
-Te dejo el número de teléfono de donde me estoy quedando, si hablabas en serio sobre el café- dijo cuando termino de anotarlo en mi antebrazo -Me lo tomaré personal si no me llamas, Jauregui.
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Overseas (Camren)
FanfictionLauren Jauregui, la Estrella del equipo de softball de la Universidad, estudia biomedicina y mantiene su beca sin distracciones. Sin embargo, en un viaje a Grecia (cortesia de su mejor amiga Normani) se decide a vivir un poco. Tal vez se encuentre c...