Capítulo 4

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Llevo varios días evitando encontrarme con algún vecino del pueblo, solo he salido si era estrictamente necesario y siendo honesta voy escondiéndome por las esquinas.
No tengo ningunas ganas de que me vean. Me sentí muy expuesta con Marcos. La vuelta, en la que pasamos tres horas en coche porque hubo un atasco provocado por la caída de un árbol, fue un poco incomoda, pero he de decir que se esmeró en que que la conversación fuera ligera y agradable. Una parte de mí le agradece haber dejado el tema, la otra parte, la más grande quiere... siendo honesta, no sabe lo que quiere. No se si es conmigo misma, con la situación o con el hecho de que aunque no me dijera nada, me lo dijo todo cuando pronunció su "soy psicólogo ". Era realmente necesario que me lo dejara caer así. Tengo que leer entre líneas y descubrir que sabe que me falta una pierna o que me dio ansiedad. Quizás se vino conmigo porque Aurelia le contó algo y quería ejercer de superhéroe. Tal vez, tiene un proyecto del máster y quiere ver los efectos psicológicos provocados por la perdida de una extremidad, o no, no, no. Ya se, ay no sé.
Me voy a pasear.

El despertar de Clara (#ONC2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora