Amor mío

eight

—Oh Jimin, justamente a ti era a quien más necesitaba.— Jimin estuvo a punto de comerse su beignet si no fuera porque sintió el tirón de Jungkook, haciendo que este se acercara a él y que su beignet se cayera. —¡Mi delicioso beignet!— hizo un puchero. —Espero que lo que me tengas que decir sea totalmente importante como para haber hecho que tirara mi beignet.—

—Te haré otro, pero necesito que escuches lo siguiente que te diré.— Jimin lo miró intrigado. —Yo estoy saliendo con...— Jimin lo veía tratando de apoyarlo para que soltara todo. —...con el príncipe.— Y se esperaba cualquier reacción menos una risa por parte de Jimin. —¿De qué te ríes? Es en serio—

—Jungkook, ¿tú? ¿Salir con alguien?— Rió. —Ya dime qué es lo que me ibas a decir.— Se limpió una lágrima que salió debido a la risa.

—¡Es que es en serio!— dijo irritado.

—Mira Jungkook, no es que no te crea que sales con un príncipe, eres bellísimo y no me sorprende que un príncipe se enamore de ti.— Se sentó en los asientos de los vestidores. —Pero el hecho de saber que tú, Jeon Jungkook, hater número uno de las relaciones, sales con alguien, me es totalmente impresionante.—Jungkook suspiró. Es cierto que era hater de las relaciones, pero de las de los demás, no de la suya.

—Mira, te contaré todo, y tengo pruebas por si no me crees.— Después de un largo contexto, en los camerinos de la cafetería y en la cafetería misma, se escuchó un fuerte grito emocionado proveniente de Jimin. —¡Dios, Jungkook, por qué no me lo dijiste desde el principio! ¡Tenemos que ir de compras para que resaltes aún más de lo que lo haces! ¡Y también para ver cómo hacer que caiga aún más de lo que ya cayó!— Pero Jungkook estaba con la mirada baja, no tan emocionado como debería estar, pensó Jimin. —¿Qué sucede, Jungkook? ¿Qué pasó?—

—Es que... yo no creo ser una buena opción para el príncipe.— Dijo avergonzado. "Ni siquiera me creo totalmente que le guste. Vamos, Jimin, ¿a quién le gustaría un simple camarero? No tengo nada en especial." Rió, pero Jimin lo vio serio.

—Pues te lo vas a creer, Jungkook, porque a Taehyung le gustas, y al parecer, mucho. Eres más que un 'simple camarero', eres un chico bellísimo con ojos encantadores, cuerpo encantador, belleza inigualable, aunque mandón.— Rieron juntos, apaciguando el momento amargo que se había formado. —Pero más allá de lo mandón que llegues a ser, hay un chico con un corazón increíble. Yo sé que a ti, aunque sea, te atrae, porque si no, no me lo hubieras platicado. Así que empieza a creértela tú también, Jungkook. Le gustas al gran príncipe Kim Taehyung. Repite conmigo— Tomó las manos del camarero y dijo, —Soy Jeon Jungkook—, y esperó a que el otro repitiera.

—Ah, Jimin, yo creo que ya me...— Pero la mirada de Jimin le hizo entender que tenía que repetirlo sí o sí. —Soy Jeon Jungkook—, dijo a regañadientes.

—Soy lindo y sexy.— Las mejillas de Jungkook se enrojecieron. Negó totalmente avergonzado. "Dilo, Jungkook", le reprochó.

—S-soy lindo y-y sexy—, lo último lo dijo en voz baja.

—Y tengo totalmente enamorado al príncipe Taehyung.—

Suspiró y repitió, —Y tengo totalmente enamorado al príncipe Taehyung.— El sonrojo se intensificó aún más en sus mejillas.

—Perfecto, Jungkook. Ahora, espero que te lo creas tú mismo. Eres tan lindo que hasta a un futuro rey enamoraste.— Lo abrazó, sintiéndose realmente reconfortado. Definitivamente había escogido bien a su mejor amigo.

—Ahora vamos, Jungkook. Hay que ir a comer esos maravillosos beignets que me arrebataste.— Y con ello salieron los dos chicos totalmente felices, pasando un día increíble.

Era malo no estar alerta, pues podías no darte cuenta de que alguien acababa de escuchar absolutamente todo lo que acabaron de decir, sabiendo qué usar en su contra para perjudicar al príncipe y así robarle el cargo. Sí, como si fuera muy fácil esto.

Pero lo conseguiría, no importa qué, él lo conseguirá.