En un mundo envuelto en sombras y secretos, Kasia se encuentra en el centro de una tormenta que amenaza con consumirla por completo.
Como la última heredera de las hechiceras malditas, su destino está marcado por una maldición que la persigue desde...
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Abría los ojos de poco a poco,dándome cuenta de que estaba en mi cuarto.Me sentía exhausta por esas visiones.
Mi pulsera seguía tibia por los eventos de anoche.
Mi abuela Eira me esperaba en la cocina con el desayuno, el olor inundaba todo mi habitacion que hasta podía saber que había hecho desayunar:Huevos revueltos, pan tostado y se podía oler el cafe.
Tenía tanta hambre que bajé rápido.
Algo no iba bien por la expresión de mi abuela,¿había descubierto mi travesía de anoche?.
—Tenemos que hablar,cariño—dijo mi abuela mientras me sentaba frente a ella.—Tienes cosas que necesitas aprender, y ya no podemos esperar.
Solo asentí tratando de estar tranquila.
—¿Qué cosas,abuela?—pregunté.
—Lo básico de hechicería, y hoy precisamente te enviare con un viejo amigo mío,el señor Brant.—Dijo dando un sorbo a su taza de café.—El te enseñara lo que necesitas y también deberás aprender lo básico de combate,elige una buena arma ,cariño.
Esta noticia me dejó con algo de sorpresa.Había algo dentro de mí que siempre le había interesado la magia,pero no esperaba que mi abuela me enviara algo lejos para aprender.
—¿Cuánto tiempo estaré con él?—preguntó,sintiendo curiosidad.
—El tiempo necesario,cariño.—respondió mi abuela con una pequeña sonrisa triste.—Tal vez 3 años cuando tengas tus 17,pero eso depende de tu progreso.
Debía dejar mi hogar por 3 años.Mi abuela estaba extraña como si me estuviera preparando para algo,pero qué exactamente.¿Esto tendría que ver con las cosas que me han prohibido?.
Después de aquel desayuno,subí a mi cuarto a preparar las cosas que llevaría y las que necesitaba.
—¿Estas lista?—preguntó mi abuela un poco triste por enviarme lejos.
—Si eso creo,tengo todo lo que necesito—dije con esa tristeza de dejar a mi abuela sola aquí.
—Ve con cuidado,Kasia.Y no te demores ni te distraigas sabes que hay peligros en los bosques.—Hablo mi abuela mientras esta me abrazaba.—Tu caballo espera abajo.
Por última vez abrace a mi abuela y puse en marcha mi camino,siguiendo la senda del bosque,la brújula señalaba el camino correcto hacia al norte,pero a medida que avanzaba en el bosque recordaba aquella voz haciéndome recordar las palabras de la figura femenina de aquel círculo de piedras en el bosque.
El camino en el bosque se estaba volviendo espeso y denso a su alrededor más de lo habitual,y cada ruido alrededor me ponía más alerta.Fue cuando escuche un crujido de una rama,volteó a donde provenía el sonido y era un pequeño conejo quien había pisado una pequeña rama que estaba en el piso.
