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-Miedo, nervios, confusión. Miles de emociones me invadían en ese momento, primero por el intento de abuso sexual de ese tipo, luego Frédéric Leclercq se aparecía de la nada para defenderme y para rematar el mismísimo Joey Jordison aparecía también.
¿Quién más faltaba?, ¿Que Slipknot también se apareciera?, joder, necesitaba sentarme para analizar todo lo que estaba pasando.

—¿Qué carajos está pasando aquí, Frédéric?—Preguntó el pelinegro mientras se acercaba.—

—Mira Joey, éste asqueroso quería llevarse a esta chica a Dios sabe dónde. Si no llegaba seguramente iba a pasar alguna desgracia.

-Claramente Joey no se veía contento con lo que acababa de escuchar. Entonces éste se giró hacia donde estaba el tipo el cuál ya se había puesto de pie.

—Escúchame bien amigo, no sé quién mierda seas o yo que sé. Pero no voy a dejar que me arruines la noche, y tampoco que se la arruines a alguien más por tu jodido apetito sexual.
Para eso hazme el favor y lárgate a un puto prostíbulo, que ahí si vas a encontrar mujeres que se quieran acostar contigo.

-Ouch, hasta yo sentí esa tremenda humillación.

—¿Quién te crees que eres para hablarme así enano de mierda?, no te metas en asuntos que no son de tu incumbencia. —El hombre se acercó a Joey y le dió un empujón en su hombro.—

—¡Hey, hey, hey, manos fuera de mi amigo!—De repente llegó un hombre de cabello largo y barba larga. Otro infarto más a la lista. Se trataba de Sean Zatorsky, el vocalista de Sinsaenum. Éste le devolvió el empujón al hombre y se puso en frente de él, atrás suyo llegaron Stéphane Buriez y Heimoth.

—¿Qué está pasando?, escuchamos los gritos desde el otro lado de la discoteca. —Habló Stéphane con un tono confuso y preocupado.—

—¡Carajo no pienso volver a repetirlo de nuevo! —Gritó Frédéric mientras agarraba al tipo de su ropa y lo acercaba a él.— Escucha, maldito subnormal de los cojones, si no te largas ahora mismo de aqui yo mismo te voy a sacar a putas patadas.

-Viendo que la situación se estaba queriendo salir de control yo me volví a acercar a Frédéric.

—O-oye, disculpa. Todo ya está bien, no hace falta que ésto llegue a los golpes. Simplemente yo ya me voy de aquí..

—¡No, éste idiota merece que lo saquen de éste lugar! —Frédéric continuó agarrando al tipo mientras lo miraba con una mirada amenazante.—

—¡Anda vamos, golpeame si te atreves maldito greñas largas! —Dijo aquél hombre, eso fué el detonante de la furia de Frédéric, quién tiró al hombre al suelo y comenzó a golpearlo a puño limpio. Todos en la discoteca estaban mirando a los alrededores la tremenda pelea que se había formado, yo estaba verdaderamente asustada. No esperaba que ésto hubiera acabado así.
Heimoth y Sean se apresuraron a separar a esos dos, yo por mi parte no sabía a quién mirar, si a la pelea o a Joey que estaba nada más a unos 2 metros de mí. Pero no pude evitar mirarlo, se veía tan hermoso como siempre, su largo cabello sedoso de color negro resplandecía con las luces moradas de la discoteca.
Él traía puesta una chaqueta de cuero negra y unos jeans negros, su barba algo larga lo hacía ver intimidante.
Sentí una gran admiración al verlo, y unas ganas de llorar aparecieron por la conmoción de verlo vivo, verlo moverse, hablar, parpadear.
Era como si estuviera viendo un ángel, un ángel que bajó del cielo..

...

-Pasé unos segundos mirándolo, pero justo en ese momento él me volteó a ver y cruzamos miradas.
Rápidamente aparté la mirada, mi corazón latió de la emoción, verlo después de 10 años era una explosión de emociones. Después de un instante él también se unió a Heimoth y Sean para separar a Frédéric de la pelea con el hombre.
Yo estaba algo asustada, viendo que Frédéric no quería soltarlo.

𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙝𝙞𝙢 | 𝙅𝙤𝙚𝙮 𝙅𝙤𝙧𝙙𝙞𝙨𝙤𝙣 𝙮 𝙡𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧𝙖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora