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1:30 PM

-Habíamos llegado al Bronson Centre, el teatro dónde se iba a dar el concierto. El sitio era inmenso, yo ya me estaba haciendo la idea de lo lleno que iba a estar ésto por la noche. Entusiasmada, me puse a caminar por el lugar, observando cada detalle, los asientos, las luces, el escenario.

También me estaba preguntando en dónde estaba Joey, ya que él se había adelantado a venir acá hace unas pocas horas, y yo había venido con los otros chicos.

No pasó mucho tiempo hasta que me percaté que Joey salía de detrás del escenario, ayudando a cargar su batería con alguien del personal. Cuando la dejó sobre el suelo este se dió la vuelta quitándose unos mechones de cabello de su rostro, sus ojos azules se encontraron con los míos. Joey sonrió y levantó su mano para saludarme.

— ¡Hey ________! —saludó animadamente el pelinegro—

-Admiré por unos momentos su sonrisa, hacia muchísimo tiempo que no lo veía sonreír. Desde su muerte en 2021, había pasado tres años sin verlo, sin volver a escuchar esa risa contagiosa en las entrevistas, sin ver esa sonrisa.

No me percaté de mi pequeño viaje mental hasta que sentí una mano sobre mi hombro. Volví a la realidad de inmediato, entonces me dí cuenta que Joey estaba frente a mí.

— ¿Estás bien ________? Te quedaste viendo a la nada cuando te estaba saludando..

-Mierda, que vergüenza, ahora seguramente piensa que soy una rarita.

— Oh, lo siento Joey. Me puse a pensar en unas cosas —reí nerviosamente y con un toque de vergüenza por lo que acababa de pasar— de todos modos me alegro de verte, no te había visto desde hace horas.

-Joey enseguida soltó una risita gentil, agarrándose un poco de su cabello en algunas ocasiones.

— Ah eso, es que hoy en la mañana tenía pensado llevarte conmigo para que me acompañases a pasar el rato, pero te ví tan dormida que me dió penita despertarte. —reveló con una ligera sonrisa antes de levantar su mirada para verme— de todos modos ya había acabado de atender asuntos por aquí, ¿quieres salir conmigo a ver la ciudad? Seguramente te encantará conocer Ottawa.

-Estaba apunto de responderle, pero Frédéric se apareció para unirse a la conversación.

— ¡Hey! No se olviden de mí, yo también iré con ustedes. —Habló rodeandonos a mí y a Joey con sus dos brazos—

— No lo creo Fred, tú tienes que quedarte aquí haciendo la prueba de sonido con tu respectivo instrumento, así que ve. —el pelinegro se apartó del brazo de Frédéric, parándose al lado mío—

-Claramente el músico no se iba a dar por vencido en insistir en querer venir con nosotros.

— Oh vamos Jordison, por qué tú si puedes irte y yo no?

— Porque yo no me quedé durmiendo en el hotel y yo si me levanté temprano para venir a hacer mi prueba de sonido con la batería.

Fred le lanzó una mirada fulminante a Joey, pero mejor se rehusó a decir algo.

— Ahg, está bien, pero me traes algo de fuera que me ando cagando de hambre desde que salimos desde ese hotel y necesito comer..

— Si claro, cómeme las bolas si quieres para que se te pase el hambre.

-De inmediato me cubrí la boca para evitar reírme en frente de los dos, creí que Joey era algo más maduro por la edad, pero me dí cuenta que en realidad seguía con ese mismo espíritu bromista que tenía de joven.

— ¡Joey! —Le reclamé al mismo tiempo que soltaba una pequeña risita por lo que había dicho—

— ¡Okey, lo siento! —El baterista levantó las manos en símbolo de rendición— está bien Fred, te traeré lo que quieras, pero me debes una.

𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙝𝙞𝙢 | 𝙅𝙤𝙚𝙮 𝙅𝙤𝙧𝙙𝙞𝙨𝙤𝙣 𝙮 𝙡𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧𝙖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora