El Contrato

Capitulo 6: La salida // Primera parte

- Por los Estados Unidos, los radicales alzaron la voz desde la Unión Soviética – hablaba uno de los generales del alto mando. – También se oyen rumores que usan a los demonios para propósitos militares. Desearíamos que el enemigo de Japón solo fueran los demonios en lo posible.

Al frente de Makima, en una reunión poco amistosa, se encontraban los altos mandos de Japón. Quienes se reunían cada cierto tiempo para dar información a niveles internacionales.

Reuniones que eran tensas, donde una expresión de más solía ser juzgado enormemente.

Donde el trato es todo, menos humano.

- Por cierto, Makima ¿se están criando bien los perros de la sección que te dimos?

- Hay un perro que podría cumplir con nuestras expectativas, y luego hay otro muy interesante. – Respondía Makima, con suma tranquilidad esbozando una sonrisa. –

- ¿interesante? – Preguntaba curioso, con poca señal de alegría en su tono.

- Es un cachorrito que conocí hace poco. Lo más interesante no solo es el, si no su acompañante.

- Makima ¿puedes decirme el nombre de ese cachorrito? – preguntaba el primero del alto mando.

- Si, su nombre es Denji. Y tiene una habilidad distinta con el demonio que hizo el contrato.

Dicho comentario dejó un poco en silencio a los generales, por lo cual en un intento de cambiar de tema. Uno de ellos cambia el tema.

- Makima, tu trabajo es criar y utilizar a los perros. Procura no encariñarte con ellos. – fue lo que dijo el segundo general. -

Makima solo miraba con una sonrisa plástica la orden del general, quien por un momento le extrañó el hecho de que preguntasen por el nombre de uno. Pero solo ignoró esa curiosidad que le habían dado.

Tras aclarar eso, Makima se retiró de la oficina. Cuando la puerta se cerró, quedaron los generales un tanto sorprendido. Mirando uno entre otros.

- Ese chico, Denji... ¿era el, no es así? – preguntaba el segundo general –

- Si – Respondía el primero del medio, con cierto tono de molestia en su voz – Es ese bastardo.

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Abajo, se encontraba Makima dentro del auto, en los asientos de atrás exactamente. Mirando por la ventana con cierto vacío y seriedad. Como conductor se encontraba el peli azul, quien no decía ni una palabra y su mirada se mantenía sería frente al manubrio.